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Diciembre 11, 2023

“No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.â€�¹

Hay una gran diferencia entre los estándares que el mundo nos invita a seguir y nuestros principios. Como seguidores de Jesús, no debemos dejarnos llevar por las exigencias del mundo, sus patrones de comportamiento y acciones cotidianas, sino que estamos llamados a vivir en paz con Dios, con nosotros mismos, y con los demás. De esta manera, podemos seguir el ejemplo de Jesús y anhelar que su gobierno y reinado irrumpan en un mundo que lo necesita con urgencia, y en cuanto dependa de nosotros, vivir intencionalmente en paz con todos los que nos rodean.

Algunas de las situaciones más importantes que nos roban la paz son las rupturas en las relaciones, y esto Pablo lo sabe muy bien, por lo que apunta directamente a los fundamentos de las relaciones, llamándonos a estar en paz unos con otros.

En esta época navideña, cuando la presión aumente, recuerda: A veces, la manera más eficaz de representar a Dios es sentarse, mantener la paz y escuchar. Mantener la paz no significa reprimir tus deseos y opiniones, sino insistir en la necesidad de ser como Jesús. Todos queremos la paz mundial, pero ¿hacemos lo necesario para lograr la paz en nuestro propio entorno?

La pregunta es: cómo lo hacemos? En primer lugar, debemos atacar los problemas, no a los demás. Tratar de encontrar al culpable es la mayor pérdida de tiempo. En segundo lugar, debemos enfocarnos en buscar la reconciliación antes de un acuerdo. Cuando tratamos de lograr un acuerdo, resolvemos el conflicto. Sin embargo, llegar a un acuerdo no siempre es algo realista, ya que todos estamos configurados de forma única y somos completamente diferentes. No siempre estaremos de acuerdo en todo. Pero estar en paz con todos significa que podemos estar en desacuerdo sin ofender a los demás. De esto se trata la madurez. No podemos mantener la paz si nos dejamos atrapar por lo insignificante.

Tú y yo tenemos precisamente lo que el mundo necesita: Cristo y Su paz perfecta. De modo que mientras más intencionales seamos en buscar y mantener la paz, más eficaces seremos en nuestra misión de compartir el amor de Dios con los demás.

Abre tu corazón y permite que Dios te use como un instrumento de su paz para llegar a las personas que se sientan destrozadas o abatidas. Así crearas caminos, puertas y espacios para que otros se encuentren con Cristo. ¿De qué manera mantendrás la paz con todas las personas de tu entorno en esta época navideña?

Oración sugerida: Precioso Señor Jesús, lléname de tu paz que sobrepasa todo entendimiento para ser un instrumento en tus manos. Dame discernimiento y sabiduría cuando enfrente dificultades en mis relaciones interpersonales. Quiero ser firme en mis convicciones, y siempre buscar la paz y reconciliación antes que el deseo de estar de acuerdo con todos. Ayúdame a ser obediente al buscar tu voluntad para mi vida. En el nombre de mi amado Señor Jesús, Amén.

1.    Romanos 12:17-18 (NVI).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.