Encuentros Diarios
Diciembre 18, 2023
Experimentando alegrÃa en tiempos difÃciles
Hermanos mÃos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean Ãntegros, sin que les falte nada.1
De ninguna manera, especialmente durante la temporada navideña, quisiéramos que el dolor y las dificultades formen parte de nuestra historia. Sinceramente, no hay ninguna época del año más conmovedora que la Navidad. No hay ningún plan o propósito que Cristo pueda presentarnos durante esta época del año para que voluntariamente nos suscribamos a los problemas, las pruebas o el dolor.
Sin embargo, cuanto más caminamos con Jesús, más nos damos cuenta de que no podemos elegir lo que nos gustarÃa o no incluir en nuestra historia de vida, pues esa actitud nos aleja de los propósitos que Dios quiere revelarnos. Si esto parece una "pÃldora" difÃcil de tomar en medio de las dificultades, Santiago nos instruye a saber en quién confiar en los momentos más difÃciles. Al principio no es agradable leerlo, pero a medida que escudriñamos bajo la superficie de sus palabras, podemos aferrarnos mejor a la verdad, en lugar de huir de nuestra situación.
Santiago escribe: "Hermanos mÃos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e Ãntegros, sin que les falte nada".
Cómo podemos aplicar estas palabras cuando sufrimos un dolor y un malestar permanentes?
La clave está en reconocer que Santiago no nos dice que "sintamos alegrÃa", sino que consideremos cuidadosamente en qué aspectos podemos ver que la alegrÃa brota en medio de nuestro dolor y malestar. El nivel de tu alegrÃa se eleva y desciende al nivel de tu creencia, en que podemos confiar en Dios, aun cuando no comprendamos nuestras circunstancias.
Hoy elige la alegrÃa. Invita a Dios a ser Dios en tu esperanza y en tus heridas. No permitas que el enemigo te robe el gozo y rechaza la tentación de correr hacia lo externo para encontrar satisfacción temporal. No hay ningún problema en esta Navidad que sea más grande que nuestro Dios. Él se asegurará de que estés bajo su cuidado, nunca te dejará ni te abandonará. El secreto de la alegrÃa es siempre cuestión de enfoque, es decir, un enfoque firme en nuestro Padre celestial y no en tus miedos. La alegrÃa no es algo que debas lograr, sino que se te dará, simplemente debes buscarla en la fuente de nuestro eterno gozo, ¡Jesús!
Oración sugerida: Amado Padre celestial, gracias porque en medio del dolor y sufrimiento, tu mano no me ha soltado. Sé que cada circunstancia que he vivido es parte de tu propósito, lléname de tu gozo y paz, para que en esta Navidad reconozca que no hay un problema más grande que Tú. Mi enfoque está solamente en ti. En el nombre amoroso de Jesús, Amén.
1. Santiago 1:2-4 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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