Encuentros Diarios
Diciembre 22, 2023
Confianza en la incertidumbre
“Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le habÃa mandado y recibió a MarÃa por esposa.â€1
Ese espacio de silencio que hay entre la Escritura y el cumplimiento de las promesas es terreno fértil para algunas de las preguntas más importantes de la vida. Apenas podemos pasar una semana sin cuestionarnos: “Me pregunto si…†“Crees que…?†Hay preguntas que son triviales, después del fracaso en el jardÃn del Edén, podrÃamos preguntarnos: ¿Era Eva alérgica a las frutas? ¿A Jonás le gustaba comer pescado? Otras son más contundentes y muestran incertidumbre. Es un hecho, siempre tenemos muchas preguntas.
Quizá nada nos provoque más preguntas que el nacimiento de Jesús. ¿Hasta dónde viajaron los magos? ¿Los pastores fueron escoltados por los ángeles hasta el establo? ¿Y sobre José? Después de leer el pasaje de hoy, hay muchas preguntas que pueden surgir.
¿Qué pasó por la mente de José cuando supo que MarÃa estaba embarazada? El espacio que transcurrió entre haber considerado divorciarse de MarÃa y la llegada de Jesús debió parecerle una eternidad. Esto no era lo que José habÃa planeado. Su hijo, y el Salvador del mundo, ¿nacido en un establo? ¿Rodeado de ovejas y ganado?
Todos en algún momento hemos estado en el lugar de José, atrapados entre lo que Dios nos dijo en el pasado, lo que vemos en el presente y lo que ocurrirá en el futuro.
Cada uno de nosotros sabe lo que es buscar respuestas. No es un establo, sino en la sala de emergencias, cuando ocurre un accidente, en una relación fallida, o en la ausencia de un ser querido. Todos hemos cuestionado el propósito de Dios, en lo que vemos que está pasando y le hemos preguntado a Dios, ¿dónde estás?
No importan las dudas y preguntas que te hagas, solo haz lo que José hizo: sé obediente. José no entendÃa todo, pero hizo lo que el ángel le indicó. Escuchó la explicación de MarÃa y obedeció cuando Dios le habló.
No dejes que tu confusión interrumpa tu obediencia. No tienes que conocer el camino, simplemente debes conocer a Aquel que te muestra el camino. Ya que José decidió obedecer, Dios lo usó para ser parte del momento más grande de la humanidad y Dios también quiere utilizarte a ti.
Recuerda que Dios está contigo, pero ten en cuenta que hay algunas preguntas que no serán contestadas. Es en los momentos de dificultad que solemos preguntarnos si Dios está con nosotros y si realmente él tiene el control.
En tus cuestionamientos, hay preguntas que importan más que otras.
¿Dios está conmigo? ¿Dios me ve? ¿Dios lo sabe? ¿A Dios le importa?
La respuesta de Dios a través de Jesús, nacido en un establo y vulnerable es un rotundo ¡SI!
Oración sugerida: Amado Jesús, estoy muy agradecido porque tu presencia está conmigo, y porque tu poder se perfecciona en mi debilidad. Es mi anhelo ser obediente cómo José, y que me encuentres fiel incluso cuando no entienda del todo tus caminos. Oro en el precioso nombre de Jesús, Amén.
1. Mateo 1:24 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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