Encuentros Diarios
Enero 04, 2024
Los sabios todavÃa lo buscan
Me buscaran y me encontraran cuando me busquen de todo corazon.1
Hace muchos años, mientras estaba parada en un semáforo en pleno verano, vi en el coche delante de mà una pegatina en el parachoques que mostraba una imagen de los Reyes Magos de la Natividad mirando la Estrella de Navidad con las palabras "Los Sabios todavÃa lo buscan". Lo primero que pensé fue en la Navidad y en la historia del nacimiento de Jesús, pero cuando el calor a través de la ventanilla del coche me recordó la temporada, la realidad de esas palabras me golpeó. "Los sabios todavÃa lo buscan" hoy en dÃa. Esa calcomanÃa no hablaba de los Reyes Magos del Oriente, hablaba de esos hombres y mujeres de hoy, que son sabios en la búsqueda de Jesús.
En la Biblia, podemos leer de diferentes personas que buscaron a Jesús, ya sea por curiosidad como en el caso de Nicodemo (Juan 3:1-15) o Zaqueo (Lucas 19:1-10), o por agradecimiento como lo hizo el leproso (Lucas 17:11-19), por sanidad como Jairo (Marcos 5:21-24), el Centurión (Mateo 8:5-13), o la mujer con flujo de sangre (Marcos 5:25-34), y algunos solo para sentarse a sus pies y adorar, como MarÃa (Lucas 10:38-42). Estos y muchos más buscaron a Jesús porque habÃan oÃdo hablar de Su bondad y querÃan saber más. SabÃan que Él era el Hijo de Dios y deseaban estar cerca de Él. En el Salmo 34, David alaba y bendice al Señor después de buscarlo y nos insta a "probar y ver" cuán bueno es realmente el Señor.
En la historia de la Navidad, los reyes magos no se sentaron a esperar a que Jesús viniera a ellos. Subieron a sus camellos y fueron en su busca. Nosotros también podemos ser contados entre estos hombres y mujeres sabios que buscaron al Señor hasta que lo encontraron. "Los sabios todavÃa lo buscan". Hay muchas cosas que buscamos en la búsqueda de la felicidad, la riqueza y la popularidad, pero solo en Jesús encontraremos el verdadero gozo y la vida abundante. Una persona sabia buscará a Jesús.
Este año, sé uno de los "Sabios" que buscan a Jesús con todo su corazón. Cuando el mundo se vuelva aterrador y confuso, busca a Jesús. Cuando estés preocupado y ansioso, busca a Jesús. Mientras lees tu Biblia y oras, busca a Jesús. PermÃtele ser el Señor de tu vida hoy. ¡Los sabios todavÃa lo buscan!
Oración sugerida: Querido Padre Celestial, ¡he probado y visto que eres bueno! Solo tú eres digno de mi alabanza y hoy busco tu rostro para adorarte y pedirte que entres en mi corazón para que mi vida te bendiga en todo momento. En el nombre de Jesús, Amén.
1. JeremÃas 29:13 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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