Encuentros Diarios
Enero 05, 2024
Oremos sin cesar
“DedÃquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento.â€1
Al comienzo del año, algunos de nosotros nos veremos inundados de invitaciones a fiestas y eventos para marcar el inicio del año. En medio de un ritmo tan frenético y de tantas opciones y decisiones, no debemos olvidar que la mayor invitación de la historia se nos hace a diario, y es la de relacionarnos, estar en comunión, y establecer comunicación con Dios.
Él es el Dios del gran oÃdo que nos escucha. Él es el Dios del gran corazón que se compadece de nosotros. Él es el Dios todopoderoso, amoroso, misericordioso y lleno de gracia.
En el pasaje de hoy, Pablo nos propone replantear nuestra perspectiva de la oración y verla como una gran aventura y un auténtico viaje con Dios.
Pablo nos exhorta a cada uno, a dedicarnos a la oración. Nos llama a la oración sin reservas. La lengua original interpreta esta palabra como 'fuerza', lo que significa que Pablo está diciendo: "Invierte tus fuerzas en esto". La oración fervorosa no es algo que practicamos pasivamente, sino que es un ejercicio de esfuerzo, enfoque y determinación.
Asà como necesitamos invertir y cuidar constantemente una relación con alguien a quien amamos, igual sucede con Dios. La oración es un esfuerzo intencional, dinámico y orientado.
La oración sin reservas es una oración persistente. Es algo a lo que Dios nos invita a todos diariamente. Nos llama a acercarnos, caminar y hablar con él, asà como a trabajar en su Reino. La oración es nuestra vida, no una opción de estilo de vida.
Este año, decidamos hacer de la oración nuestro principal objetivo y prioridad. Entreguémonos por completo a la oración, evitando distracciones innecesarias, ignorando interrupciones triviales y eligiendo intencionalmente acercarnos cada dÃa más a la presencia de Dios. Cuando lo hagamos, experimentaremos una mayor alegrÃa, nuestra confianza en Dios aumentará y reflejaremos el corazón de Jesús a los que nos rodean. Asà que hoy, ¡dedÃcate a la oración!
Oración sugerida: Amado Padre celestial, me comprometo ahora a pasar más tiempo contigo este año. Quiero entrar en tu presencia con más regularidad, de modo que experimente quién eres con mayor plenitud y reciba más poder para vivir en constante victoria. Oro en el precioso nombre de Jesús, Amén.
1. Colosenses 4:2 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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