Encuentros Diarios
Enero 30, 2024
Pide y se te dara
“Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? O si le pide un pescado le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!â€1
¿Qué necesitas hoy de Dios? ¿Qué es lo primero que se viene a la mente? ¿Esperanza? ¿Provisión? ¿Libertad? ¿Amor? Si a veces te cuesta pedir lo que necesitas, busca inspiración en los niños. Ellos no temen decir lo que les pasa por la cabeza.
En una lista de preguntas interesantes que los niños hicieron a sus padres, destacaba lo siguiente:
¿Cómo fabricaron las primeras herramientas si no tenÃan herramientas?
¿Por qué los cangrejos no tienen cejas?
Antiguamente, ¿era todo blanco y negro?
De pequeños, estamos predispuestos a preguntar a nuestros padres qué ocurre, si algo nos preocupa. Naturalmente, acudimos a mamá o papá en busca de respuestas sin miedo a quedar como maleducados o tontos. Simplemente confiamos en nuestros padres para resolver nuestros asuntos.
Sin embargo, a medida que crecemos, las cosas cambian. Descubrimos que nuestros padres son falibles. Nos decepcionan. En consecuencia, empezamos a tartamudear a la hora de hacer preguntas. Caemos en la mentalidad de "tengo que resolverlo todo yo solo".
Aunque una actitud de autonomÃa no es mala, se encuentra con dificultades cuando la trasladamos a la fe. Dios quiere que compartamos todo nuestro ser con él, los buenos y los malos momentos, las alegrÃas y las luchas. Dios espera que le invitemos a participar en nuestro dolor, en lugar de ocultárselo.
Nuestro siguiente paso entonces, para procesar sanamente el sufrimiento es aprender a pedir a Jesús lo que necesitamos con confianza, tal como lo hace un niño pequeño. En lugar de confiar en nuestras propias fuerzas, debemos acudir activamente a Dios cuando no entendamos y confiar en que él nos ayudará. Tenemos la certeza de que él no nos rechazará.
En el pasaje de hoy, Jesús utiliza la analogÃa de un niño con sus padres y nos anima a pedirle lo que necesitemos en lugar de intentar vivir por nuestra cuenta, a nuestra manera.
Parte de enfrentar el sufrimiento como creyentes consiste en pedir ayuda y sabidurÃa divina. Es persistir en la oración y buscar en Dios el alivio que se ajusta a su carácter. El lamento bÃblico consiste en apoyarse en el carácter de Jesús, ser vulnerable y pedir ayuda con valentÃa.
Las peticiones constantes a Dios se convierten en recordatorios esperanzadores de sus promesas. Pedir a Dios lo que necesitamos nos estimula mientras oramos y fortalece nuestra determinación de no rendirnos. Más aún, nos anima a poner la confianza en la soberanÃa omnipotente de Dios.
Este es el enfoque de hoy para experimentar el bienestar de Dios en tiempos difÃciles: PÃdele a Jesús lo que necesitas, no te rindas y persiste en la oración.
Como dice el pasaje de hoy: "Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre." Oro a Dios para que esta sea tu realidad.
Oración sugerida: Amado Padre celestial, gracias por estar tan presente conmigo, mostrarte real y soberano siempre que te necesito. Me cuidas como un padre amoroso cuida de su hijo. Hoy quiero poner en práctica las palabras de Jesús y pedirte lo que necesito. Te entrego mi corazón y confÃo en que harás tu perfecta voluntad. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Mateo 7:7-11 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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