Encuentros Diarios
Febrero 06, 2024
Amor para toda la vida: una historia de fidelidad
Ahora bien, la fe es tener confianza en lo que esperamos, es tener certeza de lo que no vemos… En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que el existe y que recompensa a quienes lo buscan.1
Un verano, durante una gira del coro, Bob se alojaba en la casa de una amable viuda de unos ochenta años llamada Irene. En un estante de su casa, Bob vio una fotografÃa de un anciano.
"¿Es ese su esposo?", preguntó.
"SÃ, y tuvimos tres maravillosos años de matrimonio".
– ¿Se casaron más tarde en la vida?
"Oh, no", exclamó. "Samuel y yo estuvimos casados durante cuarenta años".
Bob estaba realmente confundido. "Si estuvieron casados 40 años, ¿por qué dice que solo tuvieron 'tres maravillosos años juntos?" Irene continuó explicando.
"Cuando nos casamos, yo era creyente, Samuel no. HabÃa tantas cosas que querÃa compartir con él pero no podÃa. Oré todos los dÃas durante 25 años para que mi amado Samuel se convirtiera en creyente. Un dÃa, sentà la seguridad de Dios de que lo harÃa, pero no sucedió de inmediato, asà que continué orando diariamente durante 12 años más. Finalmente, Samuel llegó a creer que Jesús era su Señor y Salvador. Después de eso, tuvimos tres de los años más maravillosos de intimidad que cualquier pareja podrÃa esperar juntos antes de su muerte".
A lo largo de las Escrituras se nos habla de la fidelidad de Dios hacia Sus hijos y podemos ver Su fidelidad ejemplificada en aquellos que siguieron Sus mandamientos. Abraham y Sara fueron un ejemplo de ello. Aunque habÃan anhelado tener hijos y a veces incluso se sentÃan desesperados por la falta de familia, permanecieron fieles y mantuvieron la vista puesta en la promesa del Señor. Mantener a Dios en el centro de su relación les permitió cosechar las bendiciones de Dios a lo largo de los años mientras esperaban pacientemente que se revelara la voluntad de Dios. Sara tenÃa 90 años cuando el Señor finalmente la bendijo con un hijo. Dios siempre es fiel a Sus promesas (Hebreos 10:23) y en Su tiempo nos regocijaremos en las bendiciones que Él tiene reservadas para nosotros. ¿Dónde te está pidiendo Dios que seas paciente hoy? ConfÃa en que Dios es fiel y cosecha las recompensas de tu fidelidad a Él.
Oración sugerida: Querido Señor, gracias por ser fiel en tus promesas. Ayúdame a confiar en que tu voluntad es perfecta y necesito ser fiel a tu tiempo. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Hebreos 11:1 y 6 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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