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Febrero 13, 2024

 "Por eso dejara el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos llegaran a ser uno solo."¹

¿Alguna vez has pensado en el propósito de tu matrimonio? A varias parejas cristianas se les hizo esta pregunta y, aunque sus respuestas variaron, la respuesta número uno parecía ser: "tener y criar una familia". ¿Qué sucede cuando los hijos han crecido y usted y su cónyuge vuelven a estar solos? ¿Cuál es su propósito entonces? Una mejor pregunta debería ser: "¿Cuál es el propósito de Dios para tu matrimonio?" Después de todo, Él diseñó el matrimonio, ¡así que debe tener un propósito para él! El versículo de hoy nos da la respuesta: "Por eso dejara el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos llegaran a ser uno solo". Dios quiso que dos se convirtieran en uno, una unidad sagrada; ¡este era y es Su propósito! Los hijos son el fruto de esa unión; una parte de las bendiciones que pueden llenar nuestro hogar.

Demasiadas veces, dos personas se unen en matrimonio con expectativas: "¿Qué hay para mí?" "¿Cómo me van a hacer feliz?" En lugar de preguntar "¿Qué puedo aportar a este matrimonio?". Los matrimonios se abordan con frecuencia con una mentalidad de obtener en lugar de dar que rápidamente se convierte en un "problema de incompatibilidad" que, desafortunadamente, termina los matrimonios incluso antes de que comiencen. Las parejas cristianas, que dicen amar a Dios, se están olvidando de hacer de Él el centro del matrimonio. Una pareja verdaderamente amorosa que rinde su voluntad a Dios tiene el deseo de servir a su pareja y, a su vez, construye su matrimonio sobre una base desinteresada y centrada en Dios. Cuando aprendemos a dar en nuestro matrimonio, encontramos la verdadera bendición.

Una vez escuché a una esposa decir: "No puedo respetar a mi esposo si no me demuestra que me ama", lo que para ella significaba que él llegaría a casa del trabajo y le daría un descanso de criar a su hijo todo el día. Quería que él se diera cuenta de que estaba cansada de perseguir a su hijo pequeño y que entendiera que no se había lavado la ropa y no se había hecho la cena. Tenía una mentalidad que, durante los últimos 6 años, no le ha permitido ver ninguna bendición real proveniente de su matrimonio.

Cuando aprendemos el propósito de Dios, nuestro matrimonio tiene un significado más allá de nosotros mismos, especialmente cuando los tiempos son difíciles y no tenemos ganas de estar juntos. Dios quiere que los cónyuges se den cuenta de su máximo potencial, su mayor realización y su mayor gozo a través de la unidad en el matrimonio.² Este es el modelo de amor para toda la vida.

Oración sugerida: Amado Señor, quiero que mi matrimonio sea un modelo de tu hechura. Dame un corazón de siervo en mi matrimonio. Sé que un matrimonio exitoso comienza con una actitud desinteresada. Enséñame a amar a mi cónyuge como tú lo amas. En el nombre de Jesús, Amén.

1. Efesios 5:31, Génesis 2:24 (NVI).

2. Extracto tomado en parte de "Famous Lovers in the Bible" por Doug y BJ Jensen 2004.

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.