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Febrero 26, 2024

“El SEÑOR le ordenó a Moisés: Diles a Aaron y a sus hijos que impartan la bendición a los israelitas con estas palabras: ‘El SEÑOR te bendiga y te guarde: el SEÑOR te mire con agrado y te extienda su amor; el SEÑOR te muestre su favor y te conceda la paz’".¹

Generalmente solemos empezar la semana con mucha prisa: tareas, reuniones, actividades pendientes y por supuesto, estrés. Pero quisiera invitarte a hacer una pausa en este momento y respirar profundamente. Imagina que estás en un lugar soleado, puede ser el momento en el que te despiertas en un día de vacaciones. El sol entra por la ventana y baña tu rostro. O quizá estés en una playa. No hay otro sitio mejor en el que puedas estar. Las olas rompen en la orilla, la claridad del sol centellea al reflejarse en el agua. Ahí donde tu estas, disfruta de los rayos del sol y experimenta su cálido resplandor. ¿Puedes sentirlo?

Estar en la presencia de Dios es más reconfortante que un día de vacaciones. En ella encontramos paz, descanso y la renovación de nuestras fuerzas. La presencia de Dios es como la luz del sol, es relajante, reparadora y portadora de paz. Pero no necesitas estar de vacaciones para experimentarla. Puedes disfrutar de la alegría de nuestro Padre celestial dondequiera que estés hoy.

En la presencia de Dios hay una belleza indescriptible. En ella podemos sentir como él restaura nuestra alma. Sin embargo, vivimos en un mundo que intenta robarnos esa belleza. Como seguidores de Jesús, estamos llamados a transitar por esta tensión, pero sobre todo, debemos aprender a vivir desde la seguridad y la paz de nuestra relación con Dios en entornos llenos de quebranto y confusión.

La presencia de Dios es una de las bendiciones más grandes y profundas de toda la Escritura. Y esa bendición es para ti hoy. Si queremos prosperar en medio del abrumador mundo, necesitamos recordar con frecuencia las afirmaciones de Dios para nosotros.

Así que, antes de lamentarnos por nuestras preocupaciones de esta semana, concentrémonos en Dios, sólo en él, aquí y ahora mismo. Jesús es el único que puede tomar tu carga y hacerla más liviana. Jesús es el único que puede tomar tu ansiedad más profunda y reemplazarla con una paz aún más profunda. Jesús es el único que puede bendecirnos y guardarnos, por muy caótica que parezca la vida.

Dios te mira con agrado y te extiende su amor. Es una muestra de su favor hacia ti.

Dios te da paz. La palabra hebrea para paz es shalom e implica mucho más que el sentido en español de "falta de conflicto". Lo que verdaderamente significa es el bienestar total, ese es el regalo de Dios para ti y para mí.

Al iniciar esta semana, te invito a reflexionar en todo lo que te trae la presencia de Dios a tu vida, Nunca olvides que su presencia es transformadora, es como un día soleado para tu alma.

Oración sugerida: Amado Padre Celestial, gracias por tu inmenso amor, gracias por que me miras con agrado, me extiendes tu favor y, me llenas de paz, Señor, tu amor me envuelve, es como un rayo de sol en medio de la oscuridad, te amo mi amado Dios. Te pido que cada día, anhele más estar en tu presencia, conversar contigo, conocerte más, y que en momentos de estrés, tensión o quebranto, yo pueda aferrarme a ti como mi Roca Eterna. En el nombre de Jesús, Amén.

1. Números 6:22-26 (NVI).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.