Encuentros Diarios
Marzo 11, 2024
Los viejos hábitos son difÃciles de eliminar
Jesús salió de la ciudad y, como de costumbre, se dirigió al monte de los Olivos y sus discÃpulos lo siguieron. Cuando llegaron al lugar, les dijo: ‘Oren para que no caigan en tentacion’.â€1
¿Alguna vez te has sentido como si estuvieras en repetición? Tal vez ni siquiera te des cuenta de que lo estas. Tal vez te levantes todas las mañanas a la misma hora o comiences el dÃa con el mismo café en la misma taza. Todos tenemos hábitos: cosas que hacemos tan a menudo que ni siquiera nos damos cuenta de que las estamos haciendo. Incluso Jesús tenÃa hábitos. Pasó tiempo hablando con Dios en oración. Mostró amor y practicó la bondad. Caminaba y hablaba con sus amigos y los animaba a adoptar también sus hábitos. Jesús nos extiende hoy esta invitación.
Jesús tenÃa ciertos lugares que también eran importantes para Él; lugares donde pasaba su tiempo a solas, lugares donde encontraba paz. Encontrar un espacio seguro es importante para cultivar hábitos espirituales saludables, hábitos que no se extinguirán fácilmente. Es importante que tomemos conciencia de nuestros hábitos, ya que nos moldean y nos convertimos en lo que hacemos. Los hábitos rutinarios como poner una alarma o preparar café pueden no ser dañinos, pero ¿qué pasarÃa si incluyéramos una lectura de las Escrituras de cinco minutos? ¡Ese hábito diario se ha convertido en tiempo con el Salvador! Tal vez has estado tratando de romper un mal hábito. La mejor manera de romper un mal hábito es reemplazarlo con uno bueno. ¿Qué buenos hábitos puedes copiar de Jesús? ¿Necesitas empezar a pasar tiempo hablando con Dios? ¿PodrÃamos ser más amables y amorosos con los demás?
Con el tiempo, los hábitos de Jesús lo llevaron a la cruz. No todos pensaban que sus hábitos eran beneficiosos. Pero Jesús le mostró al mundo que Sus hábitos eternos serÃan difÃciles de morir, de hecho, ¡no murieron en absoluto! Jesús no se quedó en la tumba y está vivo hoy para que podamos cambiar nuestros viejos hábitos por otros nuevos, como los de Cristo, ¡hábitos que son difÃciles de morir!
Oración sugerida: Querido Señor, enséñame a ser más como tú. Dame un corazón como el tuyo y muéstrame cómo vivir una vida que te honre en todo lo que hago. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Lucas 22:39-40 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
|