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Marzo 14, 2024

Me has dado a conocer el camino de la vida; me llenaras de alegría en tu presencia y de dicha eterna a tu derecha.¹

"La vida es como una caja de chocolates; Nunca sabes lo que te va a tocar� fue la ilustración que Mama Gump le dio a su hijo Forrest mientras intentaba explicarle por qué se estaba muriendo. ¿Cuántos de nosotros hemos repetido esa querida frase de película al tratar de explicar los "por qué" de la vida? Algunos prefieren usar la comparación del juego de cartas: "A todos nos han tocado una mano diferente". Shrek trató de explicarle a Burro que su vida era como una cebolla; ¡Teniendo muchas capas! Todos tenemos símbolos, imágenes y metáforas con las que comparamos la vida.

Las parábolas de Jesús estaban llenas de metáforas y comparaciones de la vida. Él buscó la manera más fácil de ayudarnos a entender la vida en Él y el camino a la vida eterna. Compartió con nosotros los símbolos por los que vivió. Uno de estos símbolos es una taza. Mientras oraba en el jardín, Jesús le pidió a Dios que le quitara "esta copa" (Lucas 22:42), la mano que le había tocado; la copa que había sido llenada y debía ser bebida. Jesús sufriría con esta copa, se angustiaba al pensar en ello. (Lucas 22:44.) La vida de Jesús estaba envuelta en esa copa. Aceptar esta copa significaba rechazo, soledad y humillación. En el versículo 43, vemos que un ángel del cielo se le apareció y lo fortaleció. Jesús decidió aceptar esa copa. Eligió el camino del perdón, el amor y la misericordia frente a la muerte. Él es nuestro máximo ejemplo en la vida y en la muerte.

Todos llegaremos a un momento de nuestras vidas en el que tendremos que considerar la vida que hemos vivido; las decisiones que tomamos; los caminos que tomamos. Si tuvieras la oportunidad, ¿qué hubieras hecho diferente? ¿Qué era lo más importante? PERO ¡todavía tenemos vida por delante! Así que la pregunta es: "¿Cómo puedo vivir de manera diferente?" —¿Qué es lo más importante? Espero que al final la respuesta sea: Jesús. Vive el resto de tu tiempo en la tierra para Jesús. Él ya aceptó la "mano que te toco" por ti, ¡y pagó tu deuda! ¡No importa qué "chocolate" elijas porque todo será dulce cuando tengas a Jesús! Llena cada "capa" con la promesa de la vida eterna de Dios para ti, permitiendo que Jesús sea el símbolo supremo de tu vida. ¡Será una vida que valdrá la pena vivir!

Oración sugerida: "Te amo Dios. Tu amor nunca me falla. Mi existir en tus manos esta. Desde el momento en que despierto hasta el anochecer, yo cantare de la bondad de Dios. En mi vida has sido bueno. En mi vida has sido tan, tan fiel. Con mi ser con cada aliento, yo cantare de la bondad de Dios.â€�² Amén.

1. Salmos 16:11 (NVI).

2. Canción "Bondad de Dios" de Blanca.

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.