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Marzo 22, 2024

Nadie tiene amor más grande que este, que alguien dé su vida por sus amigos.¹

OTROS, SEÑOR, S� OTROS,

QUE ESTE SEA MI LEMA,

AYÚDAME A VIVIR PARA LOS DEM�S

PARA QUE VIVA COMO TÚ.¹

Servir y vivir para los demás; Anteponer las necesidades de los demás a las propias: esta es probablemente la lección más grande que podemos aprender de nuestro Señor Jesús, quien desinteresadamente amó, dio y murió por toda la humanidad. Desafortunadamente, esta tarea parece ser estrictamente divina, ya que, muchas veces, ¡es casi imposible que los humanos sean tan desinteresados! Y si le preguntas a alguien qué hace que esta tarea sea tan difícil, la respuesta siempre es: ¡Otros!

Es difícil vivir con otros. Otros se interponen en el camino. Sí, las decisiones de los demás tienen consecuencias para mi vida que yo no elijo, pero, si quiero ser más como mi Salvador, entonces vivir para los demás es una necesidad. Otros pueden dejarnos con sentimientos de resentimiento y amargura. Las acciones de otros llevaron a Jesús a la cruz. Otros le causaron dolor y sufrimiento. Otros se burlaban de Él y lo maltrataban. ¡A cambio, Jesús dio su vida para pagar por las malas acciones de otros!

Entonces, ¿cómo llegamos a ese lugar de perdón? ¿Cómo podemos ver más allá de las faltas de los demás y mirar a la cruz en su lugar? ¡Oramos! La oración es el único camino para alcanzar la transformación de una vida. Fue solo después de orar que Jesús pudo decir: "Que se haga tu voluntad". Fue solo a través de la oración que Él fue capaz de soportar la tortura que otros le otorgaron. Él fue capaz de dar su vida sin resentimiento; sin sentirse víctima de los violentos intentos de los demás de arruinarlo. Renunció a su libertad sin guardar rencor a los demás. Y en medio de todo esto, ¡oró por los demás!  "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". (Lucas 23:34) Nadie se inscribe para el martirio, pero en última instancia, a nosotros, los hijos de Dios, se nos pide que vayamos más allá de nosotros mismos y nos sacrifiquemos en nombre del amor. ¡Permítete vivir para los demás hoy!

Oración sugerida:

Señor, ayúdame a vivir el día a día, de una manera tan olvidada de mí mismo

Que incluso cuando me arrodille para orar, Mi oración sea por los demás.

Ayúdame en todo el trabajo que hago, a ser siempre sincero y verdadero

Y saber que todo lo que yo haría por ti, debe ser hecho por los demás.

Permite que el “yo� sea crucificado y enterrado y que la meta sea vivir por otros.

Y cuando mi trabajo en la tierra haya terminado, y mi nuevo trabajo en el Cielo haya comenzado, Que olvide la corona que he ganado, y seguir pensando en los demás.³ En el nombre de Jesús, amén.

1. Juan 15:13.

2. "Otros" de Charles D. Meigs, 1907.

3. "Otros" de Charles D. Meigs, 1907.

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.