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Encuentros Diarios
Marzo 29, 2024
Marcado para mÃ
"Si alguien se avergüenza de mà y de mis palabras en medio de esta generación adultera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de el cuando venga en la gloria de su Padre con los santos angeles."1
Una joven madre viuda dejó a su hijo durmiendo profundamente mientras ella iba a buscar agua al arroyo, no muy lejos de su casa. Lo habÃa hecho muchas veces antes y siempre volvÃa a ver un niño que aún dormÃa. Cuando regresó con su cubo lleno de agua, se encontró con una gran multitud que rodeaba su casa, que ahora estaba envuelta en llamas; ¡Su hijo todavÃa estaba adentro! La multitud trató de evitar que corriera hacia la estructura en llamas, gritando: "¡El fuego es demasiado grande! Tú también morirás". Escapando de sus manos, entró en el infierno que una vez fue su hogar, envolvió a su hijo en una manta y lo abrazó con fuerza contra su pecho. Aunque el niño salió completamente ileso del fuego, su joven madre habÃa sufrido quemaduras graves que cubrÃan su rostro y cuerpo. Sobrevivió con cicatrices que la dejaron irreconocible.
Bajo la guÃa de su madre, el niño completó sus estudios y se graduó con éxito de la universidad como el mejor de su clase. Al ser nombrado ministro, organizó una gran fiesta e invitó a sus amigos y a los dignatarios importantes de la ciudad. Su madre, que no habÃa recibido invitación, llegó a la casa de su hijo con ganas de verlo y felicitarlo. Fue detenida a la fuerza en la puerta por guardias de seguridad que le prohibieron la entrada. Al oÃr la conmoción, el hijo se volvió para ver a su madre desfigurada suplicando que la dejaran entrar. Rápidamente se acercó a la escena y le dijo tiernamente: "Por favor, mamá, me darÃa vergüenza que aparecieras ante mis amigos. Podemos tener una reunión más tarde". Les dijo en voz baja a los guardias que la despidieran y regresó a su grupo2.
En una manera similar, Jesús también se sacrificó a sà mismo. Su cuerpo fue brutalmente golpeado y lleno de cicatrices. Él voluntariamente fue a la cruz, sufrió vergüenza y sacrificó Su vida por ti y por mÃ. Pero, demasiados de nosotros, Sus hijos, nos avergonzamos incluso de pronunciar Su nombre. La idea de permitir que la gente sepa que somos cristianos nos avergüenza y nos lleva a negar a Aquel que derramó Su sangre para que podamos vivir una vida plena y abundante. Hoy se conoce como Viernes Santo. El dÃa en que recordamos aquel terrible momento en que nuestro Buen Dios fue crucificado. ¡No parece haber nada "bueno" en ello! Excepto que fue a causa de Su Bondad y Amor por toda la humanidad que murió. ¿Qué lugar tiene Él en tu vida hoy? ¿Te avergüenzas de Sus cicatrices? ¿Estás feliz de presentarlo como el Maestro y Salvador de tu vida?
Oración sugerida: Querido Señor Celestial ... "¡En la cruz entregaste Tu vida! Estoy asombrado de ti... ¡Donde tu Amor se enrojeció y mi pecado se blanqueó, todo te lo debo a ti, Jesús! ¡Aquà se encuentra mi esperanza! AquÃ, en tierra santa; AquÃ, me inclino... AquÃ, los brazos abiertos de par en par; AquÃ, me salvaste la vida..."3 ¡Gracias, Jesús! Amén.
1. Marcos 8:38 (NVI).
2. Autor desconocido.
3. "En la cruz (Love Ran Red)" de Chris Tomlin.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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