Encuentros Diarios
Abril 15, 2024
La última palabra la tiene Dios
“Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.”1
Rahab, una prostituta de la nación enemiga de Jericó tenía fe en que el Señor salvaría a su familia del ataque de los israelitas. No se nos dice por qué decidió proteger a los hombres de Israel y confiar en Dios, tal vez la propia Rahab ni siquiera sabía por qué se arriesgó a desafiar al rey en favor de dos extraños.
Lo que sí sabemos es que al confiar en la protección de Dios, Rahab fue incluida en la historia del pueblo de Dios. El Señor no tuvo en cuenta el pecado de Rahab, sino que perdonó a toda su familia y salvó su historia.
En última instancia, Rahab eligió el camino de Dios por encima de su propia cultura y subsistencia, arriesgando su vida. Cuando su ciudad y sus murallas cayeron, se unió a la familia de Israel y se le dio un nuevo hogar. La fe cambió la trayectoria de su vida, y ella figura como una de las mujeres en la genealogía de nuestro Señor Jesucristo.
Del mismo modo, la fe en Dios invita a la renovación y al cambio en nuestra propia vida. No es nuestro pecado lo que el Señor considera en última instancia, sino nuestra fe. La historia de Rahab nos recuerda que no tenemos que ser perfectos para que Dios nos use. No importa lo que hayamos hecho, Él puede restaurar nuestro pasado roto y convertirlo en un futuro lleno de gracia.
Oración sugerida: Amado Padre celestial, te doy las gracias porque tú eres un Dios de segundas oportunidades. En el pasaje de hoy nos muestras que tu no tomas en cuenta nuestros pecados pasados, si nos arrepentimos y confiamos en ti como nuestro Señor y Salvador. Gracias Señor, porque tú nos das una vida nueva cuando te elegimos a ti por encima de todo lo demás. Te pido que aumentes mi fe para renovar y hacer cambios en mi propia vida. Oro en el precioso nombre de Jesús, Amen.
1. Josué 2:10.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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