Encuentros Diarios
Mayo 09, 2024
Orando con fe
"Ten fe en Dios", respondió Jesús. "Les aseguro que si alguno dice a este monte: ‘QuÃtate de ahà y tÃrate al mar,’ creyendo, sin abrigar la menor duda en el corazón de que lo que dice sucederá, lo obtendrá. Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración y lo obtendrán."1
El pasaje de 1 Reyes 18:41-46 ofrece profundas lecciones sobre la persistencia en la oración, como lo demostró el profeta ElÃas. Estos son algunos puntos clave:
Fe expectante: ElÃas oró con la expectativa de que Dios respondiera. Le dijo a Acab que se preparara para la lluvia incluso antes de que hubiera alguna señal de ella, mostrando su fe en la promesa de Dios.
Persistencia: ElÃas envió a su siervo a buscar una señal de lluvia siete veces. Esta persistencia en la oración muestra un compromiso de buscar la voluntad de Dios, incluso cuando la respuesta no es inmediata.
Humildad: La postura de ElÃas en oración, inclinándose hasta el suelo y poniendo su rostro entre sus rodillas, indica una posición de humildad y sumisión a la voluntad de Dios.
Vigilancia: ElÃas oró y luego buscó la respuesta. Él estaba vigilante y expectante, enseñándonos a estar atentos a las respuestas de Dios a nuestras oraciones.
El tiempo de Dios: El pasaje nos recuerda que las respuestas de Dios vienen en Su tiempo perfecto. Las repetidas oraciones de ElÃas y la eventual aparición de una pequeña nube significan que la paciencia y la confianza en el tiempo de Dios son esenciales.
El poder de la oración: Las oraciones de ElÃas eran poderosas y efectivas. El pasaje ilustra que la oración ferviente puede producir cambios significativos, como se ve en el final de la sequÃa con la lluvia que se avecina.2
Como creyentes, nuestra vida implica mucha oración. A veces, es posible que no sepamos exactamente por qué orar o cómo orar, pero Dios está escuchando cada vez que acudimos a Él. La vida de oración de ElÃas nos anima a orar con fe, persistencia, humildad, vigilancia y confianza en el tiempo de Dios. Cuando oramos de acuerdo con la voluntad de Dios y creemos sin lugar a duda, seremos testigos del gran poder de la oración, ¡tal como lo hizo ElÃas!
Oración sugerida: Querido Dios, dame una fe inquebrantable como la de ElÃas, y la humildad para buscarte primero y obedecer tu voluntad. Tu tiempo es perfecto y tus promesas son verdaderas. Ayuda mi incredulidad. Gracias por tu gran fidelidad que nunca cambia. Te agradezco, en el nombre de Jesús, amén.
1. Marcos 11:22-24 (NVI).
2. www.sermoncentral.com
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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