Encuentros Diarios
Mayo 14, 2024
Entendiendo la voluntad de Dios
“Escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.â€1
En Juan 14:26 dice que el EspÃritu Santo nos enseña todas las cosas. Entonces, ¿por qué a veces no entendemos su plan?
Porque tomamos decisiones según nuestras emociones. Cuando la vida se vuelve difÃcil, nuestro instinto es alejarnos del dolor, cuando lo que necesitamos es acercarnos a Cristo. Cuando pensamos que Él no podrÃa querer que sufriéramos, somos más propensos a tomar acción y a creer que estamos haciendo su voluntad.
Nos enfocamos en lo inmediato. Muchas veces venimos a Dios preocupados por lo que nosotros o nuestros seres queridos enfrentamos. No entendemos como una situación mala sea su voluntad. Nuestro enfoque a corto plazo nos impide ver los propósitos a largo plazo del Señor.
Llevamos a cabo una búsqueda superficial. Podemos tratar la búsqueda de la voluntad de Dios como una lista de pendientes: "Leer, orar, servir, dar". Pero eso puede sacrificar tanto quietud como tiempo necesarios para escuchar a Dios (Salmo 46:10). Más que invertir tiempo con el Señor, escuchar sin distracción es fundamental.
¿Qué cantidad de estudio bÃblico y oración se requieren para descubrir la voluntad de Dios? Tanto como sea necesario para escucharlo. Él siempre responderá a sus hijos.
Oración sugerida: Amado Padre celestial, este dÃa te pido que me ayudes a enfocarme en ti y en tu Palabra, para que cada vez sea más clara tu voluntad en mi vida. Sé que a veces me dejo llevar por mis emociones y quiero soluciones rápidas, pero como dice en el Salmo 46:10, yo quiero quedarme quieta y reconocer que tú eres Dios. Oro en el precioso nombre de Jesús, Amén.
1. 1 Juan 5:13-15 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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