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Mayo 13, 2024

Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.¹

El Diccionario de Cambridge define la maternidad como: "el estado o momento de ser madre". Los Angeles Times dijo una vez: "En demasiadas de las historias que nos contamos a nosotros mismos, la maternidad, la paternidad, es lo que nos hace completos". El Huffington Post agregó: "No hay duda de cómo te cambia la maternidad"; y "Las alegrías de la maternidad valen más que las pequeñas agonías, o eso dice la historia". La Biblia dice: "Los hijos son un regalo de Dios; son una recompensa de su parte".  – Salmo 127:3  

Probablemente puedas poner tus propias palabras a "Maternidad" y pueden incluir cosas como: "noches de insomnio", "trabajo duro", "miedo al fracaso" o "tanto sacrificio". Cuando comenzaste tu viaje hacia la maternidad, parecía que TODOS tenían una palabra de "aliento" para ti, y aunque la ayuda era apreciada, las palabras vacías no lo eran. Incluso el diablo tenía una palabra, menos alentadora y más como una tentación, para ti.  Cuando nadie veía cuánto esfuerzo nos costaba pasar de un día para otro, escuchábamos su fea voz: Todo ese sacrificio y nadie se da cuenta, lo que estás haciendo no debe importar en absoluto.

Compañera, estoy aquí hoy para decirte: ¡Sí, sí importaba! Te quedaste despierta hasta altas horas de la noche, lloraste muchas lágrimas cansadas, besaste tu ración de heridas y abrazaste y acunaste hasta que te dolieron los brazos. ¡Cada uno de tus sacrificios secretos ha sido notado por Aquel que te concedió la más alta de las recompensas, preparándote para tu "eterno peso de gloria más allá de toda comparación"! En un mundo en el que puedes obtener elogios o críticas instantáneas publicando tus "sacrificios" en las redes sociales, no olvidemos que fuimos hechos para deleitarnos en Jesús, el que demostró perfectamente lo que significa dar la vida por otro, y no tenemos que cambiar la satisfacción temporal de ser notados por la gloria eterna que está por venir.

Así que, madres, cuando limpiamos otro desastre, preparamos otra comida, perdemos el sueño o nos preguntamos si este trabajo silencioso importa en absoluto, podemos sentir deleite, no solo en el afecto que sentimos por nuestros preciosos hijos, sino también en la verdad de que servirles es importante para nuestro Dios. Nuestros sacrificios secretos son importantes para Él. En todo momento, ÉL está con nosotros. ÉL está en nosotros. ÉL nos escucha. ÉL nos ve. No es un secreto que ÉL está llevando a cabo sus propósitos de mil maneras y TÚ, Madre, ¡serás bendecida! Feliz Día de la Madre y que Dios continúe derramando Sus bendiciones sobre tu vida.

Oración sugerida: Querido Padre Celestial, hoy te elevo a todas las Madres, incluyéndome a mí, y te pido que nos llenes con tu sabiduría y fortaleza mientras criamos a estos hijos que tú elegiste para que los amáramos. Permite que nuestros sacrificios reflejen los tuyos, desinteresados y llenos de amor. En el nombre de Jesús, Amén.

1. 2 Corintios 4:16-18 (NTV).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.