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Encuentros Diarios
Mayo 23, 2024
¿En quién confÃas?
Asà que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia.1
Cuando Josh tenÃa unos nueve años, él y su tÃo estaban en el patio jugando a la traes. Josh habÃa tocado a su tÃo y corrÃa lo más rápido que podÃa para evitar que lo tocara a el de nuevo. Josh se reÃa juguetonamente mientras miraba a su tÃo persiguiéndolo y tratando de atraparlo. Luego se dio la vuelta y corrió, con la cara por delante, hacia un árbol. El golpe lo derribó de inmediato, ya que parecÃa haber mordido la corteza del árbol. Un par de sus dientes estaban flojos y sangrando y Josh lloraba incontrolablemente. Su madre, junto con su tÃa, trataron de calmarlo; todo el tiempo razonando con él, diciéndole que el sangrado era temporal y que sus dientes estarÃan bien... Pero él seguÃa llorando. Al darse cuenta de que su consuelo maternal no estaba funcionando, el tÃo desamparado les pidió que se hicieran a un lado mientras él se sentaba en el banco a su lado. Suavemente puso sus grandes manos sobre los hombros de Josh y le dijo: "Josh, mÃrame". Y lo hizo. "¿ConfÃas en mÃ?", preguntó su tÃo. Josh asintió. "Josh... Vas a estar bien. Tus dientes van a estar bien. ¿ConfÃas en mà en eso?" Volvió a asentir... y las lágrimas comenzaron a secarse; Con eso volvió al patio a jugar. Todo el razonamiento del mundo no iba a cambiar cómo se sentÃa. Pero su confianza en su tÃo sà lo hizo.2
La vida funciona de la misma manera. Confiamos nuestros problemas a amigos, familiares o, a veces, incluso a extraños, solo para sentirnos menos que reconfortados. Nos dan consejos y hacen todo lo posible para calmar nuestras heridas, pero aun asà nos vamos sintiéndonos mal. A veces rechazamos el consuelo por completo, esperando otro camino. ¡La buena noticia es que hay otra manera! Confiar en Dios con nuestros problemas es la ÚNICA manera de recibir verdadero consuelo. Cuando estamos en nuestro punto más bajo y nuestros problemas parecen abrumadores, el Sanador se inclina, coloca Sus fuertes manos sobre nuestros débiles hombros y dice: "Vas a estar bien... ¿ConfÃas en mà en eso?"
Oración sugerida: Querido Padre Celestial, los seres humanos nos defraudan, y a menudo depositamos sobre Ti la desconfianza y el dolor que los seres humanos nos han causado. Señor, te pido que me ayudes a confiar verdadera y plenamente en Ti para que cuando las cosas no salgan como yo quiero o no se vean como esperaba, sepa que Tú eres digno de toda mi confianza y fe. Señor, pongo mi corazón en Tu poderosa mano. En el nombre de Jesús, Amén.
1. IsaÃas 41:10 (NVI).
2. www.sermoncentral.com
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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