Encuentros Diarios
Mayo 22, 2024
Imitemos a nuestro Señor Jesucristo
“Por tanto, imiten a Dios como hijos muy amados y lleven una vida de amor, asà como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.â€1
Como creyentes, debemos imitar al Señor Jesucristo. Eso podrÃa parecernos imposible. Después de todo, ¡Él es el hijo de Dios! De hecho, Dios el Padre llegó a afirmar varias veces: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3:17). ¿Cómo podemos estar a la altura de eso?
Dios no espera que seamos perfectos. Sabe que todavÃa estamos aprendiendo. Al igual que un padre que se alegra con los primeros pasos de su bebé, nuestro Padre celestial se deleita por nuestros pasos al tratar de caminar con El. El objetivo es el crecimiento. Una vez que un niño camina, el deleite de los padres cambia a logros más maduros. Mientras sigamos creciendo en la fe, nunca dejaremos de aprender nuevas maneras de agradar a nuestro Padre celestial.
Lo importante para el Señor es nuestro corazón. En medio de todas nuestras debilidades, fracasos y tentaciones, Dios ve nuestros pensamientos más
Ãntimos. Sabe cuánto le amamos y cuanto deseamos obedecerlo. Incluso en nuestros tropiezos, nos ayuda a levantarnos y nos anima con Su Palabra.
Si usted tiene propensión al perfeccionismo, dese gracia y tiempo para crecer. Eso es lo que hace el Padre, asà que aprenda a verse por medio de sus ojos. Él está esperando, no para reprender sus esfuerzos, sino para ayudarle a convertirse en la persona que Él tuvo en mente al crearle.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, gracias Señor porque no esperas que sea perfecto. Sabes que estoy aprendiendo y te regocijas con mis pasos al esforzarme cada dÃa y tratar de caminar contigo y agradarte. Señor permÃteme verme como tú me ves y darme gracia y tiempo para crecer cada dÃa más cerca de ti. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
1. Efesios 5:1-2 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
|