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Encuentros Diarios
Mayo 30, 2024
La Palabra de Dios
“Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales.”1
A veces, la Biblia parece difícil de entender. Después de todo, es una recopilación de documentos de diferentes épocas y lugares, escritos en diversos estilos. Sin embargo, no es necesario asistir a un seminario para leerla, pues tenemos al Maestro supremo: el Espíritu Santo, el cual nos ayuda a comprender la Palabra de Dios y nos capacita para obedecerla.
La obediencia es una parte clave para comprender las Sagradas Escrituras. Cuando aplicamos lo que leemos, la Palabra de Dios cobra vida y empezamos a escuchar cada vez más la voz de Dios. La experiencia es un maestro eficaz, y vivir la Palabra de Dios nos ayuda a ir más allá del simple recuerdo a la madurez en Cristo.
Por el contrario, al no actuar según las verdades bíblicas, no recibimos la conciencia que viene de la experiencia. Además, si no hemos obedecido lo que Dios nos ha revelado previamente, ¿por qué compartiría sus verdades más profundas? El libro de los Salmos dice: "Los secretos del Señor son para los que le temen" (Salmos 25:14 NBLA), y continúa diciendo que los que le temen obedecen sus mandamientos y tienen la promesa de un "buen entendimiento" (Salmos 111:10 NBLA).
Al leer la Biblia, busque las instrucciones de Dios, y con la ayuda del Espíritu Santo, comprométase a obedecerlas. Pronto descubrirá como la aplicación de la verdad divina da entendimiento y sabiduría.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, gracias porque como hijos de Dios, hemos recibido el Espíritu Santo, y por medio de Él nos das a conocer las instrucciones de cómo debemos dirigirnos en la vida. Gracias Señor porque con Tú Palabra y con el Espíritu Santo, tenemos lo necesario para vivir una vida que te honre y que te glorifique. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
1. 1 Corintios 2:12-13.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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