Encuentros Diarios
Junio 24, 2024
Un corazón feliz
¡Felices los que viven asÃ! Felices de verdad son los que tienen a Dios como el Señor.1
Nuestra lucha por "tenerlo todo" generalmente comienza con el estado de nuestros corazones. Nos proponemos hacer feliz nuestro corazón persiguiendo lo que sabemos que nos hará felices: la familia, las carreras e incluso la religión. De la misma manera, muchos de los que afirman conocer a Jesús carecen de la evidencia del gozo que proviene de una vida abundante en Él.
La primera esposa del rey David, Mical, era hija del anterior rey, Saúl. HabÃa vivido una vida privilegiada y probablemente tenÃa todo lo que su corazón podÃa desear, pero le faltaba alegrÃa. Su corazón anhelaba algo que posiblemente aún no habÃa descubierto. Ella habÃa sido criada como una hija de Dios, conociendo Su Palabra y practicando Sus mandamientos, pero no habÃa descubierto su propia relación personal con Dios de la manera en que lo habÃa hecho su esposo.
La relación de David con el Señor es evidente a lo largo de las Escrituras. El dÃa en que el Arca de Dios (que contenÃa las tablas en las que estaban escritos los Diez Mandamientos) estaba siendo traÃda a Jerusalén, el rey David se llenó de alegrÃa. Pero Mical se sentó muy por encima de la multitud y observó con disgusto cómo su esposo se regocijaba y bailaba en santa celebración. David, que amaba abiertamente al Señor con todo su corazón y con toda su alma, no podÃa contener su alegrÃa al demostrar su pasión por Dios sin vergüenza ni arrepentimiento mientras bailaba en las calles. Su esposa, que no podÃa compartir el gozo de David, desaprobaba e incluso criticaba sus acciones. David habÃa visto al Señor moverse de muchas maneras y habÃa visto cómo el Señor habÃa derramado sus bendiciones una y otra vez, y ahora que el Arca del Pacto de Dios habÃa sido traÃda a su ciudad, no podÃa contenerse. Su esposa, por otro lado, no estaba dispuesta a permitirse la libertad de disfrutar de las bendiciones de Dios. Su corazón, que una vez habÃa amado tan profundamente a David, se habÃa convertido en burla y le impidió recibir las bendiciones del Señor que venÃan con ser anfitriona del Arca. (1 Cr. 15:29) Lamentablemente, Mical permitió que esta decepción se convirtiera en amargura y perdió la hermosa oportunidad de disfrutar de una vida plena y abundante.
Con cuánta frecuencia somos como Mical y permitimos que el dolor y la decepción de no tener todo lo que queremos nos impidan servir al Señor o simplemente encontrar gozo en Sus bendiciones. Estamos llamados a invitar a Dios a nuestros corazones y a nuestros hogares con el mismo tipo de baile y regocijo que tuvo David; AlegrÃa que otros quizá no entiendan. Un corazón verdaderamente feliz se encuentra solo en una relación personal con Jesús. ¿Has encontrado esa alegrÃa?
Oración sugerida: Querido Dios, te pido que entres en mi vida y me llenes con el gozo insuperable que solo una vida en Ti puede dar. Permite que mi alegrÃa se derrame y toque las vidas de aquellos que todavÃa te están buscando. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Salmos 144:15 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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