|
Encuentros Diarios
Julio 11, 2024
Las pruebas en nuestras vida
“Esto es para ustedes motivo de gran alegrÃa, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo. El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Asà también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele. Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso, pues están obteniendo la meta de su fe, que es su salvación.â€1
Algunas personas tienen una idea equivocada en cuanto a ser cristiano. Una vez que se convierten al Señor, esperan que todo vaya sobre ruedas. Sin embargo, Cristo dejó en claro que todos enfrentaremos problemas. Él no fue la excepción: sufrió acusaciones falsas, rechazo y traición.
Como sus seguidores que somos, también podemos esperar dificultades. Algunos problemas surgen de la naturaleza caÃda del mundo, mientras que otros son el resultado de la guerra espiritual, y podemos causar nuestro propio sufrimiento por ignorancia o pecado. Sin embargo, a veces Dios mismo nos prueba. Aunque es difÃcil aceptarlo, el Señor nunca permite dificultades a menos que tenga un propósito hermoso. Él siempre nos da las fuerzas para soportar.
Recuerde que Dios permite las luchas para nuestro beneficio. Tal vez sean para purificarnos y prepararnos para servirle. Quizás esté poniendo a prueba nuestra resistencia y devoción, o podrÃa estar revelando su poder sustentador. En este mundo, es posible que nunca sepamos la causa o el propósito de cada desafÃo. Pero podemos confiar en la capacidad de Dios para salvarnos y hacernos madurar.
¿Qué pruebas enfrenta usted? Cristo comprende su dolor y anhela ser Aquel a quien usted se aferre en los buenos y los malos momentos.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, en este dÃa permÃteme recordar que tú permites las pruebas en mi vida para un propósito divino. PermÃteme recordarlo cuando siento la vida pesada y me sienta abrumada. Gracias Señor, porque a través de las pruebas, tú revelas tu poder sustentador. Señor permite que me aferre a ti, en los buenos y malos momentos, y que siempre recuerde que tú gracia es suficiente. Oro en el precioso nombre de Jesús, Amén.
1. 1 Pedro 1:6-9 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
|
|