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Julio 16, 2024

Durante cuarenta días y cuarenta noches ayuno y después tuvo mucha hambre. En ese tiempo, el diablo se le acercó y le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en panâ€�. Jesús le dijo: “¡No! Las Escrituras dicen: ‘La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios’".¹

En febrero de 2018, el Diccionario Oxford en Ingles agregó oficialmente una nueva entrada en sus páginas: la palabra "HANGRY", que se define como "mal genio o irritable como resultado del hambre". ¡En algún momento u otro creo que todos hemos experimentado esto! Esa sensación de hambre que te hace estar de mal humor y, a veces, incluso un poco imprudente. Durante este tiempo de debilidad física, e incluso espiritual, hay momentos en los que el enemigo, el diablo, trata de plantar esas mentiras en tu mente. Esas mentiras y malos pensamientos pueden ser sobre tu valor como persona, tu falta de éxito e incluso cuestionar tu relación con Dios.

Afortunadamente para nosotros, ¡tenemos que seguir el ejemplo de Jesús! En el capítulo 4 de Mateo, nos encontramos con La tentación de Jesús. Después de haber ayunado durante 40 días y 40 noches, Jesús tenía mucha hambre. Mientras caminaba por el desierto, llegó el diablo, listo y esperando para arrojar sus dagas de tentación a Jesús. Al desafiar al Señor, con pensamientos de alimento, poder y valor, Jesús invocó el nombre de Dios y resistió al diablo con un simple y directo: "¡Vete de aquí, Satanás!" (Mateo 4:10). El diablo no tuvo más remedio que irse porque el nombre de Dios es la Luz y el diablo, en su oscuridad, no tiene lugar allí. Jesús nos proporcionó formas de contrarrestar las maquinaciones del diablo al darnos Su Palabra. Dios tiene un amor infinito por nosotros que siempre nos está alcanzando.

Cuando la tentación nos hace ser débiles y desmoronarnos, Dios se nos da a sí mismo a través del Espíritu Santo que se hace vivo y activo dentro de nosotros. El Espíritu Santo nos da el poder de luchar y en esos momentos de debilidad cuando el diablo susurra que no somos suficientes, podemos gritar como lo hizo Jesús: "¡Vete de aquí, Satanás! ¡En el nombre de Jesús!" y tiene que huir. Jesús sintió hambre, pero no se permitió estar de mal humor a causa del hambre. Sacó su fuerza de la Palabra de Dios y de Sus promesas. "No solo de pan vive el hombre", dice la Palabra de Dios, "sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios". No te permitas caer en las mentiras tentadoras del diablo, sino más bien resiste con el pan que es la Palabra de Dios.

Oración sugerida: Gracias, Padre, por permitir que tu Hijo pasara por pruebas aquí en la tierra con las que pudiera identificarme. Gracias por permitirle que nos enseñe la manera de luchar contra las tentaciones y la debilidad que viene con nuestras necesidades físicas, deseos y anhelos. Ayúdame a invocar Tu nombre primero, porque siempre me proporcionarás mi vía de escape. En el nombre de Jesús, Amén.

1. Mateo 4:2-4 (NTV).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.