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Encuentros Diarios
Julio 24, 2024
La bendición de la crianza de los hijos
"Dios bendice a los que son pobres en espÃritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él, porque el reino del cielo les pertenece."1
La crianza de los hijos es tanto la mayor bendición como la mayor prueba con la que Dios, en Su SabidurÃa, tan misericordiosamente nos bendijo; ¡Aunque no todos estén de acuerdo con eso! Dependiendo de la etapa de la crianza en la que te encuentres, es posible que te inclines más hacia un lado que hacia el otro. Los padres primerizos pueden encontrar alegrÃa en abrazar a su nuevo bebé o sentirse estresados por la falta de sueño que trae una nueva bendición. En la etapa de niño pequeño, es posible que te encuentres con un niño enérgico que corre por la casa y no entiende la palabra "no". Salta a los años de la adolescencia y ese mismo niño todavÃa no quiere entender que las reglas están hechas para su beneficio. Los años de la adolescencia y la juventud adulta traen un nivel completamente nuevo de estrés, ya que nuestras mayores bendiciones necesitan su mayor guÃa y nosotros, los padres, fuimos elegidos para la tarea. Es durante algunos de nuestros mejores momentos de crianza que podemos sentirnos más pobres de espÃritu. Por ejemplo, elegir sostener y consolar a un bebé que grita, cuando lo único que realmente te gustarÃa es colocarlo en su habitación y cerrar la puerta, puede traer paz y consuelo a ambos corazones; ¡Es posible que tengas que repetir esta acción cuando sea adolescente! O respirar hondo y explicar, una vez más, que levantar la voz no es la forma de pedir algo, o no reaccionar con dureza cuando tu hijo adolescente llega unos minutos después del horario permitido. La crianza de los hijos a menudo es decir "no" a la carne y confiar en el poder del EspÃritu Santo.
En las Bienaventuranzas, Jesús explica que las caracterÃsticas que muchos menosprecian son las que Él bendice. ¿Cuántas veces nos sentimos tristes? ¿Pobre de espÃritu? ¿Perseguidos por nuestros compañeros de trabajo, nuestros hijos u otros padres? Jesús bendice eso. Las Bienaventuranzas enseñan todas las cualidades que podemos tener como padres: mansedumbre, paz, misericordia... Nuestros hijos nos buscan en busca de orientación. Podemos enseñarles a amar. Orar para que el EspÃritu nos llene de mansedumbre, paz, misericordia y pureza de corazón. Podemos dar el ejemplo de no rendirnos cuando nos sentimos perseguidos y solo queremos escondernos en nuestras habitaciones. Esos momentos en los que nos sentimos pobres de espÃritu, somos bendecidos. Sigan adelante y, por la gracia de Dios, esta temporada de crianza de los hijos será una bendición refrescante en lugar de una prueba estresante. Permitan que el EspÃritu Santo sea su guÃa mientras guÃan a otros y busquemos ser más como Jesús.
Oración sugerida: Querido Señor, gracias por elegirme para guiar las vidas de los preciosos niños con los que me has bendecido. Ayúdame a apoyarme en el EspÃritu Santo y a confiar en Tu Palabra para que me guÃe. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Mateo 5:3 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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