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Encuentros Diarios
Julio 30, 2024
El Padre Sabe Más
Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡Cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le pidan!1
Una niña yacÃa acurrucada en los brazos de su padre mientras los médicos se preparaban para hacer una punción lumbar en su cuerpo enfermo. Flaca y frágil, luchaba contra las ataduras de su padre, pues el dolor no se parecÃa a nada que hubiera sentido antes. Lloraba mientras miraba a su padre, solo para ver sus ojos inundados de lágrimas también. No entendÃa por qué permitÃa que esas personas le hicieran daño y en un momento dado gritó: "¡Papá, haz que se detengan!". Años más tarde, con su cuerpo ya curado, el hombre le explicó a su hija que habÃa sido lo más duro que habÃa hecho en su vida y habÃa deseado mil veces poder haberla levantado y llevado a casa, pero porque habÃa sido por su propio bien; Para su sanidad, él la habÃa sostenido fuertemente bajo el sufrimiento.
Dios es asà en nuestras vidas. Cuando luchamos contra el dolor de nuestras pruebas, cuando sufrimos el dolor de la angustia, cuando nuestras preguntas no reciben respuesta, Dios nuestro Padre, suave pero firmemente, con lágrimas en los ojos, nos sostiene para soportarlo todo por nuestro propio bien; para nuestra sanidad; y para Su gloria. Muchas veces culpamos a Dios por nuestro sufrimiento y nos preguntamos por qué Él lo permite. No reconocemos Su Bondad y Su Fidelidad a pesar de todo. No vemos que Dios siempre está ahÃ. Él da, Él provee, Él sana, Él es Bueno. Él conoce los deseos de nuestros corazones y anhela llevarlos a cabo. Él ha demostrado su amor por nosotros de todas las maneras posibles. Tal vez estés sufriendo tus luchas en este momento y necesites que te recuerden que Dios está contigo, a través de todo. Todo lo que tienes que hacer es pedirle que sea tu fuerza, tu valor y tu consuelo. PermÃtele que te brinde paz en tu dolor y aférrate a la promesa de que nuestro Padre sabe lo que es mejor y ¡quiere darte cosas buenas!
Oración sugerida: Querido Señor, estoy cansado de luchar contra el dolor de mi pecado y sufrimiento. Por favor, toma mi corazón y sánalo; Hazme completo de nuevo. Te pido que me llenes de tu paz y me ayudes a superar los momentos difÃciles. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Mateo 7:11 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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