Encuentros Diarios
Agosto 09, 2024
Compartir el evangelio
“Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a este, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.”1
¿Ha notado que tan breve es el pasaje de hoy? Compartir el evangelio no tiene por qué ser complicado o largo, y el sermón de Pedro es un ejemplo que podemos seguir a la hora de compartir nuestro testimonio.
Contiene:
Las credenciales y el propósito del Salvador. Pedro citó las "maravillas, prodigios y señales" que validaron a Cristo como el Mesías prometido (versículo 22). Luego el apóstol comunicó que la misión del Señor fue morir por el pecado de la humanidad.
Una invitación personal. Pedro se aseguró de que los oyentes reconocieran su responsabilidad en la muerte del Mesías, pero rápidamente dio la noticia de que Cristo estaba vivo (versículo 23, 24). Los que creyeron fueron invitados a arrepentirse y ser bautizados en el nombre de Cristo. Ningún mensaje del evangelio está completo sin decirles a las personas cómo ser salvas.
La confianza en el Espíritu Santo. Pedro hizo referencia a muchas escrituras, pero sabía que es el Espíritu Santo quien, en última instancia, argumenta a favor de Cristo. No importa cuán persuasivo sea el mensaje de un hombre, solo el Espíritu Santo puede cambiar las mentes y los corazones incrédulos.
Dar testimonio del Señor Jesucristo a otros no tiene que ser complicado. A nosotros nos toca orar, prepararnos y ser compasivos, pero el resultado se lo dejamos a Dios.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, gracias por el pasaje de hoy. Te pido que por medio de tu Espíritu Santo me llenes de valor para dar testimonio del Señor Jesucristo a otros. Ayúdame a prepararme y a ser compasivo cuando estoy compartiendo de Jesús con otros, sabiendo que el resultado está en tus manos. Oro en el nombre precioso de Jesús, Amén.
1. Hechos 2:22-24 (RVR1960).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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