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Encuentros Diarios
Septiembre 10, 2024
Elegir lo que es importante
"El Señor le dijo: 'Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. MarÃa la ha descubierto, y nadie se la quitara’".1
Como madre de cuatro hijos, mi mente rara vez entra en "modo de silencio". Aprovecho absolutamente todos los momentos posibles para hacer los quehaceres. Si me siento a jugar con mis hijos, a menudo estoy pensando en lo siguiente en la lista de tareas pendientes y apuro el juego para volver al trabajo. Mi intención nunca es hacer que mis hijos se sientan poco importantes o que no disfruto estar con ellos, pero también sé que mi lista de tareas pendientes crece dÃa a dÃa, ¡asà que no puedo permitir que las cosas se acumulen! Sin embargo, el otro dÃa le habÃa dicho a mi hijo que era hora de bañarse, pero antes de que entrara, se acercó a mà y me pidió un abrazo. Antes de que me acercara a abrazarlo, agregó: "Pero abrázame en serio. No me sueltes súper rápido y me digas que me vaya a bañar". ¡Sentà como si me golpearan con una tonelada de ladrillos! Obviamente, se siente mi prisa y me recordó que claramente necesito reducir la velocidad. Asà que estos últimos dÃas, he estado prestando atención intencionalmente a mis acciones. ¿Estoy disminuyendo la velocidad para escuchar lo que mis hijos me dicen, les estoy dando contacto visual, estoy aportando valor a nuestras conversaciones? Lo más importante, ¿les estoy diciendo a mis hijos que son amados e importantes sin decirlo verbalmente?
Lo mismo puede suceder en nuestra relación con Dios. Nuestro tiempo con el Señor es a menudo al estilo "comida rápida" en lugar de "cenar en casa", y nuestras oraciones a menudo son interrumpidas por otros pensamientos o distracciones. Al igual que Marta, nos preocupamos por el ajetreo y perdemos de vista el valor de nuestro tiempo en la vida de quienes nos rodean. Pero Dios es tan bueno que usa todas y cada una de las circunstancias para traer nuestra atención de nuevo a Él y a las cosas y personas que son verdaderamente importantes. ¡Elijamos escuchar!
Oración sugerida: Querido Dios, por favor perdóname por todas las veces que no te doy toda mi atención. Lucho por calmar mi mente y te pido que me ayudes a concentrarme en lo que es importante. Las preocupaciones de este mundo van y vienen, pero la influencia que tengo en la vida de los demás, especialmente en los hijos que me has dado, los impactará... Por favor, permite que sea un impacto positivo que los acerque a ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Lucas 10:41-42 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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