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Encuentros Diarios
Septiembre 23, 2024
Recuerde lo bueno
Alaba, alma mÃa, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mÃa, al Señor y no olvides ninguno de sus beneficios.1
Mis tres hijos están en etapas completamente diferentes de sus vidas y es muy interesante ver cómo navegan a través de sus situaciones, relaciones y tensiones apropiadas para su edad. Mi hijo mayor está en su tercer año de universidad y está aprendiendo rápidamente que no todo lo que implica convertirse en adulto es diversión y juegos. Darse cuenta de que las finanzas son una gran parte de la vida y que ahora él es responsable de gran parte de ella le ha causado un estrés no deseado y verlo aprender esas lecciones es bastante difÃcil para mÃ, como madre, permitirle hacerlo solo. La mayor de mis hijas está en su último año de preparatoria y está aprendiendo a confiarme más de sus preocupaciones a medida que llega a la edad adulta. Aunque todavÃa puede disfrutar de la comodidad de su hogar, la naturaleza de sus preocupaciones cambia al futuro cercano y a los "qué pasarÃa si" que vienen con sus próximos pasos. Sin embargo, mi hija menor, que todavÃa está en la escuela primaria, se estresa por qué es su turno de volver a poner la mesa. Aunque cada uno tiene sus propias situaciones por las que luchar, todos están aprendiendo a confiar en Dios para que los guÃe y a ver sus bendiciones en cada circunstancia. SerÃa bueno decirles a mis hijos que "esto es solo una temporada" y "todo esto pasará", pero como todos sabemos, algunas de estas situaciones solo crecen (o tal vez cambian) con el tiempo, ¡pero nunca desaparecen! Mi objetivo, como madre, es que mis hijos entiendan que enfrentaremos momentos en los que nos sentiremos abrumados, confundidos, en conflicto o heridos. Es posible que tengamos dificultades para pasar el dÃa, preocuparnos por el mañana y el gran plan para nuestro futuro. Durante estos momentos, podemos sentir miedo, preocupación o que las cosas están fuera de nuestro control, pero hay un lado positivo porque: ¡Dios, mi Padre, me ama! ¡Él es para mÃ! ¡Nada es demasiado difÃcil para nuestro Dios! Cuando nos damos cuenta de que nuestro Dios puede proveer y proveerá para nuestras necesidades, entonces podemos descansar en Él porque podemos confiar en Él y, mejor aún, nada puede separarnos de Su amor. Una vez que hemos experimentado estar bajo el cuidado de Dios, cuando nos enfrentamos a dificultades, podemos mirar hacia atrás y recordar Su misericordia y gracia hacia nosotros y cómo Él hace las cosas para nuestro bien. ¡Crecer es un momento emocionante! Crecer en la Gracia de Dios es esencial.
Oración sugerida: Querido Señor, mientras sufro los dolores de crecimiento de vivir la vida en esta tierra, lléname de tu gracia para poner cada situación en Tus hábiles manos. Dame la fuerza para confiar en Tu plan perfecto para mÃ. En el nombre de Jesús, Amén.
1. Salmos 103:1-2 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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