Encuentros Diarios
Septiembre 30, 2024
El peso de la culpa
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.â€1
Para nosotros como creyentes, la falsa culpa puede ser un peso insoportable. El persistente sentimiento de vergüenza puede llevarnos a dudar del amor y la bondad del Señor, incluso podemos comenzar a preguntarnos si nuestra salvación es real. Sin embargo, Dios quiere que conozcamos el alivio de esa carga.
Primero, es útil identificar la raÃz de nuestra culpa. Luego, debemos afirmar tres verdades:
Soy especial. Cualquier razón que demos para "demostrar" lo contrario es una mentira de Satanás. Cada uno de nosotros es una creación única. El Señor eligió dotarnos de facultades y habilidades especÃficas para su reino y gloria (1 Corintios 12:28, Efesios 4:11-12).
Soy amado. Porque el Padre celestial quiso que viviéramos con Él eternamente, envió a su Hijo a morir por nuestros pecados. No tenemos que hacer nada para ganarnos el amor de Dios, está disponible para que lo recibamos.
Soy perdonado. Si confesamos nuestros pecados, el Señor nos perdona. Asà lo dice la Biblia y debemos creerlo.
Dado que es Satanás quien crea sentimientos de falsa culpa, el paso final es resistir sus mentiras. Haga esta declaración: "En el nombre del Señor Jesús, rechazo estos sentimientos de culpa. No tienen base bÃblica. Son falsos, y me niego a aceptarlos".
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, estoy tan agradecida de que Tú no deseas que sufra de la falsa culpa. En su lugar, deseas liberarme de ella y amarme incondicionalmente. Señor, cuando sienta una culpa falsa, revela su causa para que pueda ser desenterrada y eliminada. Oro en el nombre Poderoso de Jesús, Amén.
1. Juan 3:16-17 (RVR1960).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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