Encuentros Diarios
Octubre 28, 2024
La hermosura de la gracia de Dios
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta
gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria
de Dios.”1
Gracia es mucho más que una oración antes de comer: la palabra comunica
la idea de bendición. Como creyentes, somos los recipientes de la gracia, la
cual es derramada sobre nosotros por nuestro Padre celestial. Veamos cómo
experimentamos este asombroso beneficio de su amor.
El favor de Dios se ve en nuestra salvación (Efesios 2:8), una bendición
no merecida y no ganada. Nada en nosotros motivó a Dios a salvarnos, Él actuó
por su bondad, sacrificando a su Hijo Jesucristo en su lugar. De ese modo,
pudimos ser reconciliados con el Padre. Al ser salvos, pasamos del reino de las
tinieblas al reino de la luz (Colosenses 1:12-13). Aquí, vivimos nuestra nueva
identidad como hijos de Dios y llevamos a cabo su propósito de glorificarlo.
La hermosura de la gracia se hace evidente cuando consideramos que
estábamos muertos espiritualmente, viviendo según nuestros propios intereses
egoístas (Efesios 2:1). Pero ahora, a través de la fe en Cristo como nuestro
Salvador, hemos sido justificados por Dios y se nos ha dado una nueva vida. Nos
ha declarado justos delante de Él (Romanos 8:1). Todos nuestros pecados fueron
puestos sobre Cristo, y hemos sido declarados justos.
Imagínese viviendo en el favor de Dios. Interiorice esta verdad, y luego
dele gracias.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, gracias por enviar a Tu Hijo
Jesús para salvarnos y tener vida eterna. Gracias por ese regalo inmerecido,
porque no tuvimos que hacer nada para nuestra salvación. Gracias, Señor, porque
podemos disfrutar de tu asombroso amor y de la hermosura de Tu gracia. Oro en
el nombre de Jesús, Amén.
1. Romanos 5:1-2 (RVR1960).
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Rosina N.
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