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Encuentros Diarios
Noviembre 06, 2024
Nuestro Ayudador en la oración
Además, el EspÃritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo,
nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el EspÃritu
Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y el
Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el EspÃritu dice, porque el
EspÃritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonÃa con la voluntad de
Dios.1
Le ha pasado que cuando se decide a dedicar más tiempo a la oración,
usted se arrodilla, se prepara para hablar con el Señor y, ¿se queda en blanco?
Claro, puede mencionar algunas palabras sobre lo que necesita que Él haga por
usted y su familia, pero deberÃa orar por más que eso ¿verdad?
Si, debiera hacerlo. Las necesidades del creyente son de hecho la
preocupación del Padre, nada se le escapa. Sin embargo, les dice a sus hijos
que "no se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren
interesarse en los demás" (Filipenses 2:4 NTV)
Es probable que la oración desinteresada no sea algo natural en
nosotros, pero gracias a Dios, Él nos ha provisto de un Ayudador, el EspÃritu
Santo, quien está dispuesto y es capaz de orar eficazmente, intercede por
nosotros (Romanos 8:26).
¿Cómo debemos cooperar con el EspÃritu Santo? Primero, debemos reconocer
la autoridad, la santidad y la gloria de Dios. Luego, necesitamos someternos a
su dirección. Por último, debemos confiarle nuestro futuro, creyendo que Él
convertirá en un gran bien tanto los sucesos negativos como positivos en
nuestra vida.
En sumisión al EspÃritu Santo, descubriremos paz y gozo. Y al presentar
peticiones inspiradas por el EspÃritu Santo, también encontraremos nuevas
palabras para orar al Padre.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, gracias porque nos dejaste un
Ayudador, Tu EspÃritu Santo. Gracias Señor porque cuando no sé qué decir en
oración, Tu EspÃritu intercede por mÃ. Señor reconozco Tu autoridad, Tu
santidad y Tu gloria. Ayúdame a someterme diariamente a Tu EspÃritu, y ser
consciente de Tu presencia en mÃ. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
1. Romanos 8:26-27 (NTV).
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Rosina N.
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