Encuentros Diarios
Noviembre 07, 2024
¿Qué estoy comunicando?
Hermanos mÃos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene
fe si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o
una hermana no tiene con qué vestirse y carece del alimento diario, y uno de
ustedes le dice: «Vaya en paz; abrÃguese y coma hasta saciarse», pero no le da
lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Asà también la fe por sÃ
sola, si no tiene obras, está muerta. Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe
y yo tengo obras». Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré
la fe por mis obras.1
El Señor nos llama a compartir su verdad con los
demás, pero a veces nuestras acciones y actitudes pueden contradecir las
palabras que salen de nuestra boca.
Cada dÃa, la mayorÃa de nosotros comunicamos algo a
alguien. Enviamos mensaje por lo que decimos, por lo que hacemos y por lo que
no hacemos. Por ejemplo, si como padres decidimos no diezmar o ser generosos,
estamos enviando un mensaje a nuestros hijos que no creemos que Dios sea fiel
para proveer, aun sin decir nada. Lo que transmite nuestra conducta, en
especial a los hijos, habla mucho más fuerte que las palabras que usamos.
El apóstol Pablo entendió que nuestras acciones
enseñan lecciones poderosas. Por esta razón, se aseguró de modelar el
comportamiento y los valores correctos para que sus hijos espirituales los
observaran y lo imitaran (2 Tesalonicenses 3:7-9).
No se trata de si comunicaremos un mensaje o no. Más
bien, la cuestión es: ¿Qué tipo de mensaje estoy comunicando? ExamÃnese para
detectar cualquier incongruencia entre lo que dice y lo que hace, y elija
compartir un mensaje completo y coherente de esperanza con el mundo.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, ayúdame a
comunicar de Tu amor y Tu bondad, no sólo con palabras, sino con mis acciones. Ayúdame
a ser una persona congruente con lo que digo y lo que hago. Ayúdame a ser una
persona integra en público y en privado y que todo lo que haga y diga sea para
glorificarte solo a Ti Señor. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
1. Santiago 2:14-18 (NVI).
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Rosina N.
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