Encuentros Diarios
Noviembre 26, 2024
Cuando nuestra fe se debilita
Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que
si tuviereis fe, y no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si
a este monte dijereis: QuÃtate y échate en el mar, será hecho.1
Si creemos que Dios es quien dice ser y que hará lo
que ha prometido ¿por qué dudamos en nuestras oraciones? En lugar de tener una
fe audaz, acudimos a Dios con la leve esperanza de que nos escuche y responda
nuestras peticiones.
Quizás una razón por la que somos tan propensos a
dudar es que no logramos discernir a Dios trabajando en nuestras
circunstancias. Pedimos, y parece como si nada ha sucedido. Pero el Señor ve el
pasado, presente y futuro, y conoce el momento adecuado para cada respuesta. Su
mano invisible ya está trabajando a nuestro favor: arreglando situaciones,
abriendo corazones y preparándonos para recibir lo que Él quiere darnos.
A veces, nuestras oraciones suelen ir acompañadas de
expectativas de cómo Él actuará, por eso, cuando no interviene según el método
que anticipamos, puede surgir la duda. Pero conocer a Dios y confiar en sus
caminos perfectos nos dará estabilidad mientras esperamos su respuesta.
Para vencer dudas, pase tiempo en la Palabra, entonces
comenzará a entender lo que Él quiere lograr en su vida y cómo lo hace.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, te pido
perdón por las veces que mi fe ha flaqueado y se ha debilitado. Pero también te
quiero dar las gracias porque Tú me entiendes y siempre me recibes con Tus
brazos amorosos. Gracias porque puedo ir a Tu Palabra para ayudarme a conocer
Tu plan amoroso para mi vida. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
1.
Mateo
21:21 (RVR1960).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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