Encuentros Diarios
Enero 03, 2025
Dios es fiel a sus promesas
Asà que, hermanos, mediante la sangre de Jesús,
tenemos confianza para entrar en el Lugar SantÃsimo por el camino nuevo y vivo
que él nos ha abierto a través de la cortina, lo cual hizo por medio de su
cuerpo. También tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios. Acerquémonos,
pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe,
interiormente purificados de una conciencia culpable y los cuerpos lavados con
agua pura. Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que
hizo la promesa.1
Dios hizo muchas promesas en la Biblia. Pero hay
confusión entre los cristianos acerca de cuáles versÃculos podemos apropiarnos.
Tres preguntas son útiles para determinar si las promesas divinas se aplican a
nuestra situación personal:
1. ¿Se refiere esta promesa a una persona o
circunstancia concreta, o se trata de una promesa para todos los creyentes? Por
ejemplo, la promesa hecha a Abraham y Sara sobre el nacimiento de su hijo
(Génesis 18:10) era solo para ellos. Mientras que Hebreos 13:5 nos garantiza
que Cristo estará con sus hijos para siempre.
2. ¿Estamos pidiendo al Señor que satisfaga una
necesidad o un deseo? Una necesidad es algo que debemos tener para que Dios
complete su obra en nuestra vida. Un deseo es algo que queremos para nuestra
satisfacción.
3. Antes de cumplir una promesa, ¿requiere Dios alguna
acción de nuestra parte? Proverbios 3:5-6 es una promesa condicional, que
promete la dirección de Dios a medida que confiamos en Él. Por otro lado, la
seguridad de la compañÃa de Cristo es incondicional, no depende de lo que
hagamos (Mateo 28:20).
De manera que al considerar estas preguntas mientras
leemos la Biblia, podemos saber que promesas se aplican a nuestras
circunstancias.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, gracias por
recordarme que Tu eres fiel a lo que prometes. Perdóname porque a veces me dejo
llevar por mis emociones y quiero que la solución a mis circunstancias llegue
de la forma que yo quiero y en el momento que yo quiero. Ayúdame a buscar cada
dÃa más de Ti, no por las promesas, sino por quien Tu eres. Oro en el nombre de
Tu Hijo amado Jesús, Amén.
1.
Hebreos
10:19-23 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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