Encuentros Diarios
Enero 07, 2025
El milagro de la gracia por medio de Jes煤s
Pero el pecado de Ad谩n no puede compararse con la gracia de Dios. Pues,
si por el pecado de un solo hombre murieron todos, 隆cu谩nto m谩s el don que vino
por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, abund贸 para todos! Tampoco se
puede comparar el regalo de Dios con las consecuencias del pecado de Ad谩n. El
juicio que lleva a la condenaci贸n fue resultado de un solo pecado, pero la
d谩diva que lleva a la justificaci贸n tiene que ver con una multitud de pecados. Pues,
si por el pecado de un solo hombre rein贸 la muerte, con mayor raz贸n los que
reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia reinar谩n en vida por
medio de uno solo, Jesucristo.
Pablo escribi贸 y habl贸 extensamente sobre la gracia, el favor de Dios
dado a quienes no lo merecen. El ap贸stol conoc铆a de primera mano la libertad
que Cristo da. Se describi贸 a s铆 mismo como el peor de los pecadores (1 Timoteo
1:15).
Una vez que aceptamos la muerte de Cristo a nuestro favor, somos
reconciliados con Dios y el poder del pecado sobre nosotros se rompe. El
Esp铆ritu Santo mora en nosotros, y nos volvemos espiritualmente vivos. Se nos
da una nueva familia y un nuevo prop贸sito para vivir. Las Sagradas Escrituras
comparan nuestra experiencia de conversi贸n con recibir un trasplante de coraz贸n
(Ezequiel 36:26), cambiar de ciudadan铆a (Filipenses 3:20), y pasar de las
tinieblas al reino de la luz (Colosenses 1:13).
El deseo y la voluntad de nuestro Padre celestial es que nos
relacionemos con 脡l 煤nicamente sobre la base de la gracia. (Efesios 2:8). As铆
como necesit谩bamos confiar en el don de Cristo para la salvaci贸n, debemos vivir
en dependencia de 脡l. Es nuestra fe, expresada a trav茅s de la obediencia, lo
que agrada a Dios (Hebreos 11:6).
La gracia es la fuerza m谩s poderosa y transformadora. Dios Padre ofrece
su amor incondicional a quienquiera que reciba a su Hijo. En la salvaci贸n,
nuestra vida se coloca sobre la Roca inamovible: Jesucristo (1 Corintios 10:4),
cuyo favor se extiende a nosotros.
Oraci贸n sugerida: Amado Padre Celestial, gracias por el regalo de la
salvaci贸n por medio de Jes煤s. Gracias por hacerme un trasplante de coraz贸n y
por darle vida a mi esp铆ritu. Ens茅帽ame a relacionarme contigo desde la gracia,
no por lo bueno que yo pueda hacer, sino por lo que Tu ya hiciste a trav茅s de
Jes煤s, Am茅n.
1.
Romanos
5:15-17 (NVI).
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Rosina N.
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