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Encuentros Diarios
Febrero 19, 2025
¡Cuando soy débil, entonces soy fuerte!
Y para que la grandeza de las revelaciones no me
exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de
Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo
cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mÃ. Y me ha dicho: Bástate
mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena
gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mà el poder
de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en
afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy
débil, entonces soy fuerte.1
Cuando escucha a alguien hablar ¿qué le da peso a las
palabras de esa persona? La mayorÃa de las veces, medimos un mensaje en función
de la experiencia de la persona y descartamos los pensamientos e ideas que no
parecen genuinos. Entonces, cuando llegamos a la exposición de Pablo sobre la suficiencia
de Dios, preguntamos: ¿Es esto algo de lo que realmente él puede hablar? Y
podemos leer la Palabra y ver en la vida del apóstol que la respuesta es un
rotunda sÃ.
El testimonio de Pablo contiene relatos de las
dificultades que enfrentó. Fue encarcelado, golpeado, amenazado, apedreado,
sufrió naufragios y robos. Además de todo esto, tenÃa un aguijón persistente e
implacable (2 Corintios 12:7-8).
Usted pensarÃa que Dios mantendrÃa a sus siervos en
perfectas condiciones y salud. Sin embargo, cuando el apóstol oró pidiendo
alivio, la respuesta de Dios no fue la que esperaba: "Bástate mi
gracia". El Señor enseñó a Pablo la lección de que en las manos de Dios,
nuestra debilidad permite que su poder se haga aún más evidente. A través del
poder de Dios, y solo su poder, podemos hacer cosas asombrosas.
Quizás usted este luchando con su propio
"aguijón". Pregúntele a Dios que quiere lograr a través de su
debilidad.
Oración sugerida: Amado Padre Celestial, gracias por
recordarme en el pasaje de hoy que solo me basta Tu gracia. Que Tu poder se
perfecciona en mi cuando soy débil. Padre amado, permÃteme gozarme en medio de
los momentos difÃciles de la vida, sabiendo que cuando soy débil entonces soy
fuerte en Cristo Jesús, Amén.
1.
2
Corintios 12:7-10 (RVR1960).
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Rosina N.
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