|
Encuentros Diarios
Abril 02, 2025
Un Dios amoroso y compasivo
Cuando
el Señor la vio, su corazón rebosó de compasión. "No llores", le dijo.1
Cuando
Jesús fue a visitar la aldea de NaÃn, un cortejo fúnebre salÃa mientras se
acercaba a la puerta de la aldea. La persona que habÃa muerto era un joven que
era el único hijo de una viuda. La viuda estaba desconsolada porque su único
hijo habÃa muerto. Cuando Jesús la vio, su corazón se llenó de compasión y le
dijo: "¡No llores!" Después de decir esto, caminó hacia el ataúd y lo
tocó, y le dijo al niño que se levantara. Inmediatamente, el niño se sentó y
comenzó a hablar, y Jesús llevó al niño a su madre.
Nuestro
Dios es un Dios compasivo y amoroso, y no quiere que estemos tristes ni que
suframos. Asà como Jesús tuvo compasión por la viuda cuyo hijo murió, también
tiene compasión por nosotros. Y debido a Su gran amor por nosotros, Él quiere
perdonarnos y limpiarnos de nuestros pecados para que podamos unirnos a Él. La
única razón por la que sufrimos es por el pecado, por lo que Él promete
regresar un dÃa para salvar a todos Sus hijos y llevarlos a vivir con Él en
perfección por la eternidad. Debido a que Cristo es nuestro ejemplo que debemos
seguir, Dios nos llama a ser compasivos con los demás asà como Él lo es con
nosotros (Lucas 6:36). Y porque nos ama, nos llama a amar también a los demás
(1 Juan 4:19).
Oración
sugerida: Querido Dios, gracias por ser amoroso y compasivo. Gracias por
perdonarme siempre, pase lo que pase, y por prometer que volverás algún dÃa
para llevarnos a nuestro hogar eterno. Por favor, enséñame a perdonar a los
demás asà como Tú me perdonaste a mÃ, y por favor ayúdame a ser amoroso y
compasivo con todos los que me rodean. En el nombre de Jesús, Amén.
1.
Lucas
7:13 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Gianna B.
|
|