Encuentros Diarios
Abril 03, 2025
Una expresión de amor
¡Aleluya!
Alaben a Dios en su santuario, alábenlo en su poderosa expansión del cielo. Alábenlo
por sus proezas, alábenlo por su inmensa grandeza. Alábenlo con sonido de
trompeta, alábenlo con la lira y el arpa. Alábenlo con panderos y danzas,
alábenlo con cuerdas y flautas. Alábenlo con cÃmbalos sonoros, alábenlo con
cÃmbalos resonantes. ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!1
La
mayorÃa de nosotros sabemos lo que se siente el amar a alguien. Pensamos en él
o ella a menudo, compartimos momentos juntos y les contamos con admiración sus
atributos a los demás para que sepan cuán extraordinaria es esa persona. En
pocas palabras, expresamos admiración a quien amamos.
En
el libro de los Salmos, asà es justo como David hablaba de Dios. Sus escritos
están llenos de palabras de adoración y sentimientos tales como "Porque tu
misericordia es mejor que la vida, mis labios te alabarán" (Salmo 63:3
RVR1960). También danzó con abandono, expresando su pasión y devoción ante el
Señor, no le importaba lo que pensaran los demás (2 Samuel 6:14).
¿Amamos
a Dios con el mismo entusiasmo que tenÃa David? Algunos de nosotros podrÃamos
ser menos propensos que otros a demostraciones de fervor y emoción. Pero nunca
debemos permitir que la vergüenza o la timidez sofoquen nuestra alabanza.
El
Señor es digno de alabanza. Él es nuestro Amigo, nuestra Roca y nuestro Protector.
Si nos dejamos llevar por las opiniones de los demás, podrÃamos olvidar que El
punto de vista de Dios es el único que importa. Desde la creación, el Señor ha
merecido y recibido ofrendas de alabanza. No deje que el miedo o la incomodidad
le impidan expresarle su amor y aprecio.
Oración
sugerida: Amado Padre Celestial, gracias porque te puedo alabar con libertad.
Gracias porque puedo levantar mis manos hacia el cielo libremente y adorarte.
Gracias Señor, porque no te cansas de enamorarme, constantemente me dices que
me amas. Gracias en el nombre de Jesús, Amén.
1.
Salmo 150:1-6 (NVI).
El
Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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