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Encuentros Diarios
Mayo 20, 2025
Cuando Él Habla
Entonces
le dijo a Samuel: —Ve y acuéstate de nuevo y, si alguien vuelve a llamarte, di:
“Habla, Señor, que tu siervo escucha". Asà que Samuel volvió a su cama.1
Cuando
Samuel era niño, vivÃa en el tabernáculo con un sacerdote llamado ElÃ. Samuel servÃa
al Señor ayudando a ElÃ. Una noche, mientras Samuel dormÃa, escuchó una voz que
lo llamaba por su nombre, por lo que fue a ver a Elà y le preguntó qué
necesitaba, pero Elà le dijo que no lo llamaba y que volviera a la cama. De
nuevo, oyó una voz que decÃa Samuel, asà que se levantó de nuevo, fue a
ver a Elà y le preguntó si lo llamaba. Sin embargo, Eli todavÃa respondió
diciendo que no lo estaba llamando. Esto sucedió una vez más, pero esta vez ElÃ
se dio cuenta de que era el Señor quien estaba llamando a Samuel. Entonces, ElÃ
le dijo a Samuel que si volvÃa a oÃr la voz que le dijera: "Habla,
Señor, que tu siervo escucha". Cuando Samuel oyó que lo llamaban de
nuevo, dijo lo que Elà le habÃa dicho que dijera, y Dios le habló a Samuel.
Hoy
en dÃa, Dios no nos habla tan directamente como lo hizo con Samuel. Una de las
principales fuentes a través de las cuales Dios nos habla es a través de Su
Palabra. A veces, le pedimos a Dios que nos responda o nos hable, y terminamos
sintiéndonos desanimados por no escuchar su voz real, y tomamos el silencio
como si Dios no nos escuchara o no se preocupara por nosotros. La Biblia
contiene todo lo que Dios ha dicho, asà que realmente, él nos está hablando
todo el tiempo. Si escucháramos la verdadera voz de Dios, probablemente
serÃamos como los israelitas que escucharon a Dios y luego le rogaron que
dejara de hablar porque era muy poderoso. (Hebreos 12:19.) Si te encuentras
luchando para leer Su Palabra o tal vez sientes que es abrumador, siempre
puedes usar una aplicación de lectura de la Biblia en lÃnea, que también viene
con versiones de audio. Realmente no hay excusa para no leer la Palabra de
Dios. Es un factor muy importante para tener una buena relación y conexión con
Dios, y asà es como lo escuchamos hablar.
Oración
sugerida: Señor, gracias por escucharme siempre, incluso cuando no lo parece.
Por favor, perdóname si alguna vez me desanimo, y ayúdame a superar ese
desaliento. Recuérdame de tu presencia en mi vida y la esperanza de verte cara
a cara. Por favor, muéstrame cómo glorificarte en todo lo que hago. En el nombre de Jesús,
Amén.
1. 1 Samuel 3:9.
El Encuentro
de hoy fue escrito por: Gianna B.
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