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Encuentros Diarios
Mayo 26, 2025
Siempre hay tiempo para Dios
El
Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estas preocupada y tan inquieta con todos
los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. MarÃa la
ha descubierto, y nadie se la quitara.1
Mientras
Jesús y sus discÃpulos se dirigÃan a Jerusalén, se detuvieron en una aldea, y
una mujer llamada Marta los invitó a su casa. Marta se distrajo preparando una
gran cena, mientras su hermana, MarÃa, estaba con Jesús, sentada a sus pies
mientras él les enseñaba. Marta le dijo a Jesús que sentÃa que era injusto que
ella fuera la que hiciera todo el trabajo y que Él le dijera a MarÃa que le ayudara.
Sin embargo, en lugar de enviar a MarÃa para que fuera a ayudarle, le dijo que
MarÃa habÃa descubierto la única cosa de la que realmente preocuparse, y que
Marta se estaba preocupando por demasiadas cosas. Le dijo que lo que MarÃa
habÃa descubierto no le serÃa arrebatado.
A
veces, actuamos como MarÃa, y otras veces, podemos actuar como Marta. Al igual
que Marta, nos dejamos llevar tanto por nuestras largas listas de tareas
pendientes y nuestra vida diaria, que perdemos el enfoque de la única cosa en
la que deberÃamos centrarnos, Jesús. En 1 Pedro 5:7, se nos dice que entreguemos
todas nuestras preocupaciones y ansiedad a Dios porque Él se preocupa por
nosotros. Si viviéramos en un mundo perfecto, no nos preocuparÃamos por muchas
cosas; pero como no vivimos en un mundo perfecto, se hace difÃcil mantener
nuestros ojos fijos en el Señor. Una buena manera de volver a enfocar nuestras
mentes en Él es poner un recordatorio diario en nuestros teléfonos para que
oremos o practiquemos la gratitud. Incluso podrÃamos programar un tiempo
cada dÃa para pasar tiempo con Dios si luchamos por incluirlo en todo lo que
sucede. Siempre hay tiempo para Dios, incluso cuando no nos damos cuenta. Dios
quiere pasar tiempo con nosotros y quiere que tomemos nuestra cruz diariamente
para seguirlo (Lucas 9:23).
Oración
sugerida: Señor, gracias por siempre pensar en mÃ, incluso cuando yo no pienso
en Ti. Por favor, recuérdame tu bondad y ayúdame a rendirme a Ti. Dios, ayúdame
a dirigir mi enfoque hacia Ti, y a que lo mantenga allÃ. En el nombre de Jesús,
Amén.
1. Lucas 10:41-42.
El Encuentro
de hoy fue escrito por: Gianna B.
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