Encuentros Diarios
Julio 24, 2025
¿Qué hacer cuando me preocupo?
Pongan
todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de
ustedes.1
La
preocupación es un estado mental debilitante que, si no se aborda, puede
destruir nuestra alegrÃa, paz y sentido saludable de la presencia de Dios.
Es
una ataque al carácter de Dios, ya que en la mayorÃa de nuestra preocupaciones
subyace la idea de que, de algún modo, Él no cumplirá sus promesas.
Al
elegir confiar en Dios para que se encargue de las circunstancias que generan
nuestra ansiedad y al concentrarnos en cumplir con los asuntos que el Señor
pone delante de nosotros, podemos sentir contentamiento y estabilidad.
Es
imposible disfrutar del placer de la presencia de Dios y estar preocupados al
mismo tiempo. Nuestras ansiedades nos obligan a centrarnos en lo que está mal
en vez de centrarnos en lo que está bien. Cuando aprendemos a deleitarnos en el
Señor, a enfocar nuestra atención en Él, podemos revertir los efectos de la
preocupación. La persona que se deleita en el Señor pone a Cristo en el centro
de sus pensamientos y acciones y dirige su atención al Señor para satisfacer
sus necesidades y deseos más profundos. Deleitarse en el Señor es una mirada
constante del corazón a las maravillas de Dios.
Oración
sugerida: Amado Padre Celestial, en este momento, te entrego toda ansiedad y
preocupación. Se que es más fácil decirlo que hacerlo, pero confÃo en que Tú me
cuidas y estas al pendiente de cada área de mi vida. Padre Amado, cada dÃa elijo
confiar en Ti. Decido deleitarme en Ti, sabiendo que Tu concederás los deseos
de mi corazón conforme a Tu voluntad. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
1.
1 Pedro 5:7 (NTV).
El
Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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