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Encuentros Diarios
Diciembre 22, 2025
Aprobación que importa
Queda claro que no es mi intención ganarme el favor de
la gente, sino el de Dios. Si mi objetivo fuera agradar a la gente, no serÃa un
siervo de Cristo.1
Nuestra carne humana quiere agradar a la gente. A
menudo disfrutamos del reconocimiento, la validación y el amor del mundo. Sin
embargo, en Gálatas 1:10, recibimos un hermoso recordatorio de que deberÃamos
intentar recibir la aprobación de Dios en lugar de las personas. Todo lo que
hacemos debe ser para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31) y debemos trabajar
voluntaria y diligentemente en todo lo que hacemos, como si estuviéramos
trabajando para el Señor (Colosenses 3:23). Buscar la aprobación del mundo nos
aleja del Señor, pero buscar la aprobación del Señor nos da verdadero
propósito, fuerza, dignidad y libertad.
En algún momento de nuestras vidas, puede que queramos
complacer a la sociedad, ya sea en la forma en que vestimos, en cómo hablamos,
en cómo tratamos a los demás, en las actividades en las que participamos, y a
veces esto también puede influir en nuestras creencias. Sin embargo, como
cristianos, intentamos agradar al Señor y buscar su aprobación. Nuestro
objetivo es destacar en el mundo y ser un ejemplo de Jesús. El mundo a menudo
desea lo opuesto a lo que Dios desea, lo que facilita distinguir si estamos buscando
las cosas de Dios o no. Por ejemplo, si tratar a los demás con dureza y
descuido es lo que se necesita para agradar a la gente, entonces tratar a los
demás con bondad y amor es lo que se necesita para agradar al Señor. Si la
sociedad quiere que uses lenguaje grosero, Dios quiere que hables palabras de
sabidurÃa y amor en su lugar. Complacer a la gente no es nuestro objetivo
porque somos siervos de Cristo, y él es el único cuya aprobación deberÃamos
buscar.
Oración sugerida: Señor, encajar en el mundo puede ser
tentador, pero ayúdame a destacar por ti en su lugar. Los deseos de este mundo
están en constante cambio, y no puedo seguirles el ritmo, ni quiero hacerlo.
Tus deseos siguen siendo los mismos, y cuanto más busque tu corazón, más me
pareceré a ti. Gracias por tu amor incondicional. En tu precioso nombre oro,
amén.
1. Gálatas 1:10 (NLT)
El Encuentro de hoy fue escrito por: Gianna B.
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