Encuentros Diarios
Abril 21, 2023
Todo esta bien... o no?
El Rey David escribió en los Salmos, “Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados. Dichoso aquel a quien el Señor no toma en cuenta su maldad y en cuyo espÃritu no hay engaño. Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el dÃa. Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano, porque dÃa y noche tu mano pesaba sobre mÃ. Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: ‘Voy a confesar mis transgresiones al Señor’, y tú perdonaste mi maldad y mi pecado.â€1
Muchas veces he visto como las personas tienen miedo ser quienes realmente son. Yo fui culpable de esto en un punto de mi vida. Tenia algunos pecados en mi vida y en vez de ser honesta con Dios y buscar ayuda para superar estos pecados, me ponia una mascara para hacer parecer que todo estaba bien. Hacia esto porque tenia miedo del "Que Diran".
Yo aprendi que necesitamos ser honestos y admitir quienes somos realmente. Esto no es para rebajarnos de ninguna manera, pero sólo como nos vemos a nosotros mismos (a través de los ojos de Dios) es que somos libres para cambiar y ser todo lo que Dios desea que seamos. Realmente, hasta que admitimos quienes somos y nos aceptamos por ser como somos, no estamos listos para cambiar y crecer porque nos ocultamos detrás de una máscara falsa viviendo en el engaño—una manera peligrosa de vivir derrotándonos a nosotros mismos.
Como el rey David lo declaró en las escrituras del dÃa de hoy, que feliz estuvo cuando salió de su negación, vivió en completa honradez, confesó sus pecados y recibió el perdón de Dios. ¡Toda su culpa se fue! Una manera grande y veliz de vivir.
Recuerde que aunque Dios me ama tal y como soy él me ama demasiado para dejarme como estoy. Él desea que crezca en la plenitud de mi salvación y que me convierta en quien él ha deseado que sea.
Oracion sugerida: Querido Dios, por favor libérame del pecado de la negación y dame el valor de verme en la forma en la que tú me ves—y de aceptarme como me aceptas tú—para ser libre, con tu ayuda, y convertirme en quien has deseado que sea. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén. 1. Salmos 32:1-5 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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