Victorioso Cuando Hay Angustias
Es el lunes por la mañana. El fin de semana ha terminado. La alarma suelta ese molesto ruido y repentinamente regresas al mundo de la realidad. Primero es el problema para poder salir de la cama, después las prisas para poder llegar a tiempo a la escuela o el trabajo, y después viene el estrés de tratar de manejar todas esas responsabilidades que parecen interminables.
¿Es así como usted inicia su semana? ¿Y no son estas presiones secundarias comparadas con las que enfrenta mientras que el día y la semana avanzan?
Vivimos en un mundo con un estrés que se incrementa con las preocupaciones de la escuela, trabajo, familia, presiones financieras y sociales. No hay muchas personas que son libres de algún tipo de preocupaciones.
La preocupación o la ansiedad es un problema mayor en nuestra sociedad. Cuando son excesivas pueden quitarle años de su vida.
A algunas personas les gusta pensar que talles problemas no les molestan. Dicen “no hay problema,” mientras ponen en un frente bravo y buscan la aspirina o el alcohol para matar sus temores.
Sin embargo, no es posible amortiguar la ansiedad interna. Se revelará a sí misma en diferentes formas.
Por ejemplo, Jorge se separa de la sociedad cuando está molesto, enojado o disgustado. Susana habla sin parar para cubrir su ansiedad. Guillermo fuma como un tren para evitar enfrentar su ansiedad. Harry ataca cuando se siente amenazado. Pedro domina y a Felicidad le da por procrastinar. Denny se queja constantemente. Juana come compulsivamente, Frederico es un bebedor compulsivo, Tom á s un trabajador compulsivo y Juan un apostador compulsivo—todo por sus preocupaciones y ansiedades no resueltas.
La ansiedad también se puede expresar de manera física. Tartamudeos, dolores abdominales, presión alta, tic nervioso, alergias, ulceras, dolores de cabeza, nerviosismo—todos ellos han sido nombrados por los doctores como síntomas de la ansiedad y las preocupaciones.
Sí, tarde o temprano la ansiedad dominará. Cuando uno no habla sobre sus reocupaciones, las actúa o aparecen de una forma u otra.
Una actitud relajada
alarga la vida del hombre.
Hace mucho la Biblia indicó que “una actitud relajada alarga la vida del hombre.”1 Jesús mismo lo dijo, “No os afanéis por vuestra vida, qué habies de comer oqué habiés de beber; ni por vuestra cuerpo, qué habiés de vestir ... no os afanéis por el dia de mañana.”2 Y el Apóstol Pablo escribió, “Por nada estéis afanososos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”3
Sin embargo, es una cosa saber acerca de la paz de Dios y otra el experimentarla. Inicia por ser capaz de ver y admitir sus miedos reales, por enfrentarlos y resolverlos, y por aprender a dárselos a Dios—y no tomarlos de nuevo.
Las causa detrás de las preocupaciones pueden ser muchas y variadas. Las siguientes son algunas de las causas mayores con algunas sugerencias para ayudarlos a sobreponerse.
Primero: Si la ansiedad es por una situación—esto es, causada por circunstancias adversas o mucho trabajo, he encontrado que me es de ayuda si hago una lista por escrito sobre mis preocupaciones. Esta es la mitad de la batalla. Después elimino las cosas de menor importancia, me preocupa de las cosas en las que puedo cambiar, y estoy aprendiendo a aceptar las cosas que no puedo cambiar y a dejar de preocuparme por ellas.
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