
Encuentros Diarios
Septiembre 09, 2025
1. Una relación duradera
Permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes. Así
como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer
en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.1
Las relaciones pueden ser difíciles. Construir
relaciones saludables requiere trabajo y una buena cantidad de esfuerzo que
muchos simplemente no están dispuestos a hacer. La falta de voluntad para hacer
tu parte generalmente termina en una relación fallida. Cuando aceptamos a Jesús
como nuestro Señor y Salvador, estamos entrando en una relación personal con
Él. Esta relación, como las relaciones terrenales, requiere cierto esfuerzo de
nuestra parte.
Cuando Jesús llamó a sus discípulos a seguirlo, lo
hicieron sin cuestionarlo. Confiaban en Él y deseaban servir a Jesús sin
importar lo que tuvieran que dejar atrás. Aunque su relación comenzó como Amo y
siervo, Jesús pronto la elevó a una especie de amistad fraternal en la que
Jesús compartió los planes de Dios para ellos y para toda la humanidad. Para
construir su relación con Jesús, los discípulos pasaron tiempo con Él, lo
escucharon, aprendieron el perdón, el amor y la paciencia. Cuanto más estaban con
Jesús, más fuerte se hacía su relación. Sin embargo, hubo un discípulo que
eligió alejarse de Jesús y, en cambio, encontró su camino hacia las malas
influencias y la traición, terminando finalmente en una relación fallida con
Jesús. Recientemente leí que las
personas no se rebelan contra la autoridad, se rebelan contra la falta de
relación. Ese fue definitivamente el caso del discípulo descarriado. Cuando
eligió no cultivar su relación con Jesús, se rebeló contra la máxima autoridad,
Dios mismo.
Pasar tiempo con
nuestro Padre Celestial significa dedicar tiempo a leer Su Palabra y aprender
más acerca de Él. Podemos pasar tiempo en oración hablando con Él y permitir
que Dios nos llene con Su Espíritu Santo. Cuando pasamos tiempo con Dios, los
demás lo sabrán porque Su Amor irradiará de nosotros en nuestras palabras y
acciones. Animémonos unos a otros a pasar tiempo con nuestro Señor, y
esforcémonos por ayudar a que nuestra relación crezca, para que otros vean a
Jesús en nosotros.
Oración sugerida:
Querido Dios, perdóname por poner otras cosas o personas antes que Ti en mi
vida. He visto que sin ti tomo decisiones erróneas y quiero que mi vida te
glorifique. Lléname con el deseo de pasar tiempo contigo. En el nombre de Jesús,
Amén.
1.
Juan 15:4.
El Encuentro de
hoy fue escrito por: Verónica B.
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