Una Oración Poderosa .
Cuando Todo lo Demás Falla
¿Ha tenido un problema alguna vez, un mal habito, o una relación conflictiva de la que no puede sobreponerse o resolver no importar cuan arduo lo intente? ¿O el haber buscado ayuda y aún cuando halla orado no habido resolución?
Yo sí. Por años tuve problemas con una relación conflictiva en la que hice todo lo que pude para resolverla—incluso el asistir a una terapia intensiva con un consejero y orba sin descanso.
Finalmente en absoluta desesperación ore, “Dios, te ruego que me muestres la verdad y la realidad de lo que estoy contribuyendo a esta situación en la que estoy.”
En dos semanas recibí la respuesta. Vi mi gran co-dependencia. ¡Nunca antes había escuchado esta palabra hasta entonces, pero lo que vi fue que porque yo trataba de resolver los problemas de los demás, estaba ciego a los propios! ¡Y aquí yo pensando que era un buen cristiano! Equivocación. Estaba siendo una persona necesitada; esto es, necesitaba sentirme necesitado en orden de sentirme amado y eso, claro que no es amor realmente—(o es un amor muy contaminado) es una necesidad.
Una vez que vi la verdad de lo que yo estaba contribuyendo, supe lo que tenía que hacer para resolver el problema. Como Jesús dijo, “Conocerás la verdad y la verdad te hará libre.”1
¡Comprendí que los únicos problemas que él podía resolver eran los míos!
¿Porqué pasó tanto tiempo para recibir la respuesta a mi oración? Porque oraba una oración equivocada. Había estado pidiendo que me liberara de los síntomas (el conflicto externo) y no de la causa de mi problema.
En la Biblia Santiago escribió, “La razón por la que no tienes lo que deseas es porque no se lo pides a Dios. Y aún cuando lo pides, no lo obtienes porque tu punto es el equivocado—quieres sólo lo que te da placer”2
Verdaderamente, debemos tratar los síntomas, pero la realidad es que Dios quiere sanar de raíz la causa de nuestros problemas para hacernos plenos, porque si no arreglamos la raíz, fácilmente podemos cambiar un síntoma por otro.
No es que sea fácil, para nada, pero el orar una
Oración en verdad en una manera
segura de resolver la mayoría
de los conflictos—o por lo
menos nuestra parte en ellos.
Así que ahora, cuando tengo un conflicto o un problema, siempre le pido a Dios que me enfrente con la verdad de lo que yo contribuyo a esto. Entonces le pido que me muestre la verdad de lo que los demás están contribuyendo y la verdad o realidad de la situación en general. Lo importante es enfrentar lo que yo contribuyo mí mismo.
He encontrado que cuando pido por la verdad y lo pido de corazón, Dios siempre responde. Es una de las oraciones más efectivas que he orado. Ha cambiado mi vida. Muy seguido no quiero enfrentar la verdad sobre mí porque me da mucho miedo, así que también oró, “Dios estoy dispuesto que me hagas enfrentar la verdad sobre mí sin importar cuanto me lastime.”
No es que sea fácil, pero el orar una oración en verdad, de una manera segura resuelva la mayoría de los conflictos—o por lo menos nuestra parte en ellos.
Y cuando se trata conflictos en las relaciones, si dos personas reconocen, genuinamente, sus problemas personales (los cuales, muchas veces son la raíz de ello, si no de todos) y ambos le piden a Dios que les muestre lo que ellos están contribuyendo, yo creo que ellos serán capaces de resolver no todos, pero sí la mayoría de los conflictos. Cada uno debe desearlo con todo su corazón, de otra manera no se resolverá.
Yo lo intenté recientemente. Funcionó. Después de esto escribí:
Juntos...
mano a mano
corazón a corazón
sobre nuestras rodillas
tocamos el trono de Dios
y allí encontramos su misericordia.
Conflicto resuelto.
Como la palabra de Dios lo dice, "El SEÑOR está cerca de todos los que le llaman, de todos los que le llaman en verdad.”3
1. San Juan 8:32. 2. Santiago 4:2-3. Salmos 145:18.
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