
Encuentros Diarios
Agosto 16, 2022
1. Leyes de salud
“Lámpara es para mis pies tu palabra y luz para mi camino.”1
“La Biblia es el libro que ha cambiado más vidas que ningún otro libro, dijo W. Clement Stone. “Ha ayudado a miles de personas a desarrollar una salud física, mental y moral.”
En su libro, None of These Diseases (Ninguna de Estas Enfermedades), el Dr. S.I. McMillen dijo, “Cuando Dios guio a los Israelitas fuera de la aflicción en Egipto, él les prometió que si ellos obedecían sus leyes, él no pondría ‘ninguna de estas enfermedades’ en ellos [enfermedades que afligían a los egipcios]. Dios garantiza la libertad sobre las enfermedades que la medicina moderna no puede duplicar.”2
Cada regla, cada ley, y cada principio en la Biblia están allí, no porque Dios desea que seamos miserables, pero para nuestro bienestar total física, emocional y espiritual.
Aún hoy en día, la palabra de Dios nos da muchas instrucciones que son por razones de salud física, mental y espiritual. Se nos instruye a no ser celosos, amargados, odiar, a no guardar resentimientos y a perdonar entre otras cosas. El mayor doctor que ha existido, Jesucristo, indicó la importancia del perdón. Cuando nos anima a que “perdonemos setenta veces siete,” el estaba pensando en nuestro bienestar emocional, físico, así como espiritual. El Doctor McMillen también indicó que el tener un espíritu que sabe perdonar nos podría salvar de “colitis, ulceras, tumores, alta presión y una cantidad de otras enfermedades”—ya que todas son posibles efectos de los resentimientos.
Corremos gran riesgo a desobedecer las leyes de Dios. Nuestras acciones siempre traeran consequencias… buenas o malas. Cuando desobedecemos, nos exponemos a sufrimiento que no es necesario. Las bendiciones de vivir una vida en obediencia a Dios son grandes, pero la decision de obedecer o no es nuestra.
Oracion sugerida: “Querido Dios, gracias por tus leyes que nos has dado en tu Palabra, la Biblia, para nuestra protección y bienestar. Dame la sabiduría para entenderlas, la fe para creer en ellas, y el buen sentido y la fuerza para obedecerlas. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén.”
1. Salmos 119:105 (NVI).
2. Dr. S.I. McMillen, Ninguna de Estas Enfermedades (None of These Diseases), pág. 7.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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