Encuentros Diarios
Agosto 28, 2024
1. Invitando a la Destrucción
“Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.”1
Vernon Eaton, comentando acerca del libro, Ways of the ant, de John Crompton, escribe: “Una sociedad loca por el placer necesita tomar una lección de las sanguinarias hormigas y su aventura con el escarabajo dorado.
La dieta regular de las hormigas es normal, y seguido llega al punto de la austeridad, pero les gustan ciertos bocadillos inusuales y exóticos e irán a los extremos para satisfacer este antojo. Por ejemplo, el escarabajo dorado tienen una secreción en la base del pelo la cual las hormigas encuentran irresistible. Así que las hormigas les permiten hacer lo que quieran, aun poner sus huevecillos, los cuales rápidamente se convierten en larvas. Tan fascinadas y obsesionas están que las hormigas empiezan a alimentar al escarabajo con la comida que han estado reservando para sus propios infantes, y lo que es más aun con la comida reservada para la reina.
“Peor, mucho peor, ellas permiten que los escarabajos maten a sus pequeños y se los coman. Ellas mismas matan a sus pequeños para continuar alimentando a este extraño. El escarabajo les paga produciendo una generosa cantidad de la secreción que tanto les gusta a las hormigas… El final no es inmediato. La colonia durara tal vez dos años más, pero el final es definitivo.
“Que tan parecida a Satanás es esta situación. Prometiendo los ‘placeres del pecado’ y después esclavizándonos a nuestras adicciones. Este camino sin salida tal vez no sea obvio al principio, pero es inevitable.”
Las buenas noticias son que mientras el resultado final del pecado es la muerte eterna, la cual es la separación eterna de Dios el autor de todo el amor y la vida, el regalo de Dios es el perdón y la vida eterna. Ambas están disponibles para todos los que creen y lo piden.
Oracion sugerida: Querido Dios, ayúdame a recordar que el pecado siempre tiene consecuencias y que yo cosecharé lo que siembre. Y te doy las gracias porque me has proporcionado una salida a las inevitables consecuencias del pecado la muerte eterna y el separarme de ti al dar a tu Hijo Jesús para que muriera por mí en la cruz. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.
1. Romanos 6:23 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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