
Encuentros Diarios
Abril 17, 2025
1. Devoción Verdadera
"Entonces María tomó un frasco con casi medio litro de un costoso perfume preparado con
esencia de nardo, le ungió los pies a Jesús y los secó con sus propios
cabellos. La casa se llenó de la fragancia del perfume. Sin embargo, Judas Iscariote, el
discípulo que pronto lo traicionaría, dijo: ‘Ese perfume valía el salario de un
año. Hubiera sido mejor venderlo para dar el dinero a los pobres’. No es que a Judas le importaran
los pobres; en verdad, era un ladrón y, como estaba a cargo del dinero de los
discípulos, a menudo robaba una parte para él." 1
María es un hermoso ejemplo de alguien que
tomaba el amor y el respeto por Jesús con seriedad y era más importante esto
que la opinión de los demás. En los versículos anteriores, vemos cómo unge los
pies de Jesús con un perfume extravagantemente costoso, y luego procede a
limpiarlos con su cabello. En ese momento la casa estaba llena del agradable
aroma de su acto de amor.
Por el contrario, vemos a Judas, que fue
uno de los discípulos de Jesús. Había sido elegido y tenía el privilegio de
servir junto a Jesús a nivel personal, sin embargo, su corazón estaba lejos de
El. Cuando Judas ve a María ungir los pies de Jesús con este perfume caro, ¡no
puede evitar pensar en el desperdicio de dinero! Trata de defender su respuesta
negativa tratando de llamar la atención sobre los pobres y cómo el dinero
podría haber sido utilizado en su ayuda. Sin embargo, leímos de manera clara
que realmente no se preocupaba por los pobres, sino que buscaba su propio
beneficio en cualquier oportunidad que tuviera.
Vemos una diferencia tan drástica en la
actitud y condición de los corazones de estos dos individuos. Es un gran
recordatorio para que examinemos nuestros propios corazones y motivos al servir
a Jesús. ¿Son nuestras acciones y amor por el Señor sólo superficiales? ¿O
estamos en un verdadero lugar de devoción, sirviendo a nuestro Dios
humildemente mientras servimos a los demás? ¿Estamos comprometidos a seguir a
Cristo y servirle sin importar el costo? O, al igual que Judas, ¿nos estamos
frenando egoístamente y limitando nuestro potencial dado por Dios?
Que nuestra vida esté tan dedicada y
inmersa en Cristo que seamos ese perfume que atraerá a los demás a conocer
personalmente a Cristo y que siempre reflejemos la belleza de nuestro Salvador
en todo lo que decimos y hacemos.
Oración sugerida: Querido Dios, que
yo, como María, me siente a tus pies y te adore con todo lo que tengo. Permite
que mi corazón sea sincero y genuino en mi servicio a Ti. Que la fragancia de
mi corazón y la forma en que vivo lleven a los demás a Tus pies. Gracias por
escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
Juan 12:3-6 (NTV). El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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