Encuentros Diarios

Mayo 12, 2025

"Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor." ¹

Como mamá, estoy segura de que todas hemos tenido momentos en los que nos preguntamos si nuestro trabajo realmente importa. ¿Todas las cosas repetitivas que hacemos a diario cuentan para algo? ¿Deberíamos hacer más?  Después de la cuarta puesta de ropa que lavas en el día, a veces es fácil pensar que nuestro trabajo es simple. Para aquellos de nosotros que también tenemos trabajos secundarios, a menudo caemos en la rutina de nuestros días ocupados y no vemos la importancia de la tarea en cuestión.

Al preparar este devocional para el Día de las Madres, me encontré con esta cita de Charles Spurgeon que expresaba exactamente lo que quería decir. Dijo: "Estás sirviendo tanto a Dios en el cuidado de tus propios hijos, y entrenándolos en el temor de Dios, y cuidando la casa, y haciendo de tu hogar una iglesia para Dios, como lo serías si hubieras sido llamado a dirigir un ejército a luchar por el Señor de los ejércitos".

¡Sí! Qué diferencia haría si todas nos diéramos cuenta del llamado tan importante que Dios nos ha dado como madres. Nunca volveríamos a dudar del significado de nuestro trabajo, sea cual sea ese aspecto para cada una de nosotras. Se nos ha dado el privilegio de capacitar a nuestros hijos en el temor del Señor y ese es el fundamento principal para la vida. Enseñar a nuestros hijos a hablar con Dios a través de la oración es algo que necesitarán practicar toda su vida. Estamos criando discípulos del Rey Todopoderoso. Nuestro trabajo cuenta más de lo que a veces nos damos cuenta.

Todas estamos en diferentes etapas de la maternidad. Para algunos, todavía tenemos niños pequeños en el hogar, y para otros usted puede tener hijos adultos que ahora son padres. Nuestras responsabilidades como madres pueden cambiar, pero su papel sigue siendo importante. Con los niños pequeños puede requerir atención física constante a sus necesidades de desarrollo, mientras que con los hijos mayores podemos encontrarnos en posición de consejero y mentor a medida que nuestros hijos aprenden a navegar por la vida. Sea cual sea nuestra función, les animo a seguir trabajando con todo su corazón porque mientras servimos a nuestros hijos, estamos sirviendo al Señor.

Oración sugerida: Querido Padre Celestial, gracias porque soy amado y apreciado por ti. Ves mi corazón, conoces mis luchas y escuchas mis oraciones. Eres mi fuerza y caminas a mi lado en cada paso del camino. Gracias por el trabajo importante que me has dado. Pido que me permitas recordar que todo lo que hago; lo hago por ti. En el nombre de Jesús, amén.

1.       Colosenses 3:23-24 (NVI).

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